El empresario Florentino Pérez, máximo responsable de la empresa constructora que se adjudicó el proyecto de Son Espases, afirmó al fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach, que en ningún momento se implicó directamente en este tema. La razón es que dirige un grupo de más "de 1.500 empresas" y que cada una "tiene a sus presidentes, sus consejeros delegados y órganos de gestión". El número de empleados que trabajan para estas empresas alcanza la cifra de 2.500 personas.
El presidente del Real Madrid fue citado como testigo en la fiscalía Anticorrupción y antes de la declaración quiso que constara su situación profesional y sus competencias respecto al grupo ACS, que él preside. Explicó al fiscal que su empresa cotiza en bolsa y que él dispone de un 12,5% por ciento de las acciones. El control de la empresa lo tiene él.
El fiscal Horrach quiso aclarar si era cierto que comiendo con el hotelero mallorquín Miquel Fluxà, se encontró con Jaume Matas y que éste no respondió al saludo por no darle el concurso de Son Espases, al negarse a pagar 10 millones de euros de comisión. Pérez negó este episodio. "Es falso. Esta comida no existió. Fluxà no ha dicho nunca nada así".
"No conozco a nadie del Gobierno de Mallorca, ni a ningún político ni funcionario. Nadie me ha exigido dinero por la concesión de una obra pública". Al ser preguntado por su relación con Matas, el empresario reconoció que le conocía "por ser ministro y presidente de Balears, pero nunca he tenido una relación de confianza con él".
En su declaración aclaró que cuando una empresa de su grupo se presenta a un concurso, su actuación es autónoma. Estas empresas tienen sus propios delegados, que trabajan siguiendo sus criterios "bajo la más absoluta honestidad".
Rechazó la posibilidad de que Jaume Matas le hubiera pedido dinero a cambio de la adjudicación. "Dada mi trayectoria profesional nadie que me conozca se atrevería a pedirme dinero".
Florentino Pérez explicó que la obra de Son Espases "no era de las más grandes", e insistió que cada empresa de su grupo "es autónoma. No está entre mis competencias gestionar las 1.500 empresas. Para ello se nombran a sus respectivos órganos administrativos".
Insistió en que "en mi grupo es prácticamente imposible que altos ejecutivos reciban peticiones de comisión. Entre los principios del grupo y de su trayectoria, que todo el mundo conoce, está la de no pasar por este tipo de exigencias".
Sobre el posible pago de comisiones al PP, contestó al fiscal Horrach que "al margen de la ley seguro que no con rotundidad"
