Mallorca es una de las zonas de España más demandadas para la compra de viviendas de lujo por parte de extranjeros, hasta el punto de que este creciente interés está provocando que los precios de estos inmuebles hayan aumentado durante el primer trimestre de este año entre un 10% y un 15%, según se destaca en un informe elaborado por la inmobiliaria alemana Engel & Völkers. Este dato es respaldado igualmente por el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de las islas, aunque en este caso se lamenta que frente a este fuerte impulso de la demanda de lujo, la que realizan las clases medias todavía muestra señales de debilidad.

Desde la citada inmobiliaria se destaca un dato especialmente significativo: hay zonas de la isla en la que se están alcanzado precios de 12.000 euros por metro cuadrado, y hay que tener en cuenta que este tipo de inmuebles no se caracterizan por ser de reducidas dimensiones.

Tanto Engel & Völkers como la vicepresidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de las islas, Natalia Bueno, coinciden en la lista de emplazamientos más demandados por parte de los ciudadanos de otras nacionalidades, principalmente alemanes, británicos y escandinavos: Port d'Andratx, Bendinat, Portals y Santa Ponça, a las que siguen las poblaciones del norte de Mallorca, como Pollença, y en el caso de Palma se destaca su Casco Antiguo y Son Vida.

El listado de zonas con mayor demanda de viviendas de lujo elaborado por Engel & Völkers también incluye a Eivissa, y en este sentido se pone de relieve la transformación realizada en el antiguo puerto y en su conversión en una de las zonas de amarre "más exclusivas del mundo, con capacidad para albergar yates con más de 70 metros de eslora".

Según la inmobiliaria alemana, el triángulo de las zonas turísticas españolas preferidas por los extranjeros de mayor poder adquisitivo lo cierra la Costa del Sol, con Marbella como ejemplo más claro.

Volviendo al caso mallorquín, Natalia Bueno destaca que este tipo de propiedades se caracterizan por las elevadas calidades con que están construidas, de ahí que supongan un porcentaje relativamente bajo de la actividad inmobiliaria. Y aunque la vicepresidenta de los agentes de la propiedad valora la riqueza que estas operaciones de compraventa generan, hace también una advertencia: lo que realmente mueve la economía isleña es la demanda que protagonizan las clases media, y en este aspecto, lamenta que esta última se mantenga en niveles muy bajos y sin mostrar todavía señales de una clara reactivación.

Competencia griega

Además, Natalia Bueno no oculta que la oferta inmobiliaria de lujo existente en Balears se encuentra en estos momentos con un duro competidor: Grecia. Al respecto, señala que los precios en este último país han mostrado un descenso muy acentuado durante los últimos meses, lo que ha hecho que para muchos de estos clientes alemanes o británicos estas propiedades resulten muy asequibles y se puedan permitir "incluso adquirir una isla"

Pero al margen de la citada competencia, ningún sector del ramo oculta que Mallorca se está convirtiendo en una zona en la que las operaciones de compraventa de inmuebles se encuentras muy concentradas en el producto de lujo. Este hecho se refleja también en los proyectos para la nueva edificación. Según los datos que facilita el Colegio de Aparejadores de Mallorca, siete de cada diez nuevas viviendas proyectadas actualmente en la isla son chalés, un hecho en el que incluye la debilidad que siguen manteniendo las empresas promotoras y su dificultad para acceder a la financiación o para competir con un producto que han sido las propias entidades financieras las que han estado sacando al mercado para reducir el stock de inmuebles que había quedado en sus manos a causa del impago de hipotecas.

Porque la ventaja de las viviendas unifamiliares de alta gama es que se desarrollan en régimen de autopromoción, es decir, son financiadas por quien va a ser su propietario, que suele caracterizarse por su elevada disponibilidad de recursos económicos.

Este impulso del mercado residencial de lujo explica también la guerra que se ha abierto en Mallorca entre empresas constructoras para hacerse con alguno de estos proyectos, dada la escasísima actividad que existe en otras gamas residenciales. Basta recordar que de los 386 proyectos de nuevas viviendas visados por los aparejadores durante los seis primeros meses de este año, 269 son chalés, 26 son adosados y solo 91 corresponden a plurifamiliares, con el matiz de que también una parte de éstos son proyectos cuyos precios superan la capacidad de compra de la mayoría de los isleños.

El hecho de que la actividad constructora residencial esté tan centrada en el producto de lujo explica que empresas que tradicionalmente no habían trabajado en este campo intenten entrar ahora en él, con una estrategia que en muchos casos pasa por ofertar tarifas inferiores a las de las firmas constructoras históricamente especializadas en este segmento.