La consellera de Medio Ambiente del Consell de Mallorca, Sandra Espeja, está organizando una cumbre entre el Govern y los consells de Eivissa, Formentera y Menorca con el claro objetivo de que los residuos de las otras islas sean incinerados de en Mallorca. Ello permitiría a la institución insular poder substituir con estos residuos los que deben llegar de Irlanda y de Italia a partir de septiembre.

El pleno de la institución insular tenía previsto ayer aprobar solicitar al Govern que modifique la Ley de Residuos y elimine la posibilidad de la importación. No obstante, el portavoz de El Pi, Antoni Pastor, presentó una moción donde instaba a la institución a suspender de forma inmediata la llegada de basura extranjera y argumentaba que el Consell tenía competencia para ello. Esta moción de Pastor provocó que el presidente del Consell, Miquel Ensenyat, decidiera dejar sobre la mesa la decisión en aras a consensuarlo a partir de septiembre con el resto de grupos políticos.

Sandra Espeja se mostró clara y contundente al asegurar que "nuestro objetivo es impedir que Balears sea el basurero de Europa. Lo que ocurre es que debemos estudiar si es posible paralizarla de forma inmediata con los contratos existentes". Catalina Soler (PP) le recriminó a Espeja que para parar la importación sería necesario pagar indemnizaciones. Asimismo, criticó que el pacto no ponga pegas a la basura de las otras islas. Espeja le contestó: "Es una cuestión muy diferente. La de las otras islas es de nuestro ámbito territorial y el transporte contamina mucho menos".

La consellera insular de Medio Ambiente es de Podemos, al igual que los de Menorca y Eivissa. Su objetivo es que la cumbre de los residuos se celebre en Agosto.