El próximo curso se activará en Balears un protocolo de detección y atención de niños superdotados, que podría servir para 'descubrir' hasta a 2.500 de estos alumnos que están por encima de la media. Según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un 2,5% de la población tiene altas capacidades, pero el sistema educativo de Balears solo tiene contabilizados 457 escolares con estas características (desde Infantil hasta FP).
Así lo reflejan los últimos datos hechos públicos por el ministerio de Educación sobre alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo, una denominación que incluye a los estudiantes con discapacidad, a los llegados de otros países y con otra lengua materna, a los que provienen de situaciones socioeconómicos desfavorables y también a los de altas capacidades, que muchas veces no reciben la atención que requieren.
"Hay que tratar que todos los niños lleguen al máximo de sus posibilidades, también los que tienen altas capacidades", señala Rosabel Rodríguez, profesora del área de Psicología de la Educación de la Universitat que centra su investigación en la superdotación y el talento y se está encargando de poner en marcha este nuevo protocolo que permitirá detectar "muchísimos más casos" de los que se contabilizan ahora. La investigadora indica que la gestión de este tema en España siempre ha ido muy lenta y particularmente en Balears, que era la única comunidad autónoma que hasta ahora no contaba con un plan de detección y atención como el que se pondrá en marcha el próximo curso gracias a un convenio firmado con la conselleria de Educación.
Al observar los datos del Ministerio llama la atención como varían las cifras de una comunidad a otra y se puede deducir que la detección, a pesar de los programas, sigue fallando. Por ejemplo, Murcia, que apenas supera el medio millón de habitantes, destaca con 2.2571 estudiantes de altas capacidades; mientras Cataluña, que supera los siete millones, apenas contabiliza 275 alumnos superdotados. Andalucía tiene 5.860 escolares por encima de la media; Canarias, 1.480; Madrid, 1.554 y Galicia, 1.227.
"La ventaja de ser los últimos es que hemos podido ver en qué han fallado los programas de las otras comunidades", razona Rosabel, que insiste mucho en empezar por formar en el tema a los docentes, para que hagan un "primer filtro" aclara: "Los maestros actuarían como los ojeadores que buscan deportistas excepcionales, luego serán los psicopedagogos o el equipo de orientación quienes determinarán si el alumno es superdotado".
"El 2015-2016 daremos formación a los maestros de Primaria y estableceremos unos pasos comunes para llevar a cabo la identificación en el primer curso", narra. "Faltan criterios reales", apunta la investigadora, que desmiente que las buenas notas sean sinónimo de superdotación: "Hay niños de altas capacidades con bajo rendimiento: por desmotivación, aburrimiento... algunos tienen incluso problema de conducta". Las altas capacidades implican creatividad, una serie de aptitudes específicas, personalidad...
Más hombres que mujeres
Los datos del Ministerio arrojan una clara predominancia de varones entre los estudiantes talentosos contabilizados: en Balears son 323 chicos frente a 152 chicas; a nivel nacional, 10.336 varones frente a 5.510 féminas. ¿Por qué? "En general, los grupos de chicos exteriorizan más su aburrimiento y por eso puede ser más fácil que acaben llamando la atención y se detecte que tienen altas capacidades; las chicas se adaptan mejor e interiorizan más, intentan no ser una molestia, y entonces es más difícil de detectar si tienen altas capacidades".
Tras esta primera fase de detección, el programa contempla la intervención, que puede implicar "currículums adaptados y enriquecidos" o también la "aceleración", el adelantar cursos: "El equipo psicopedagógico decidirá la medida adecuada en cada caso".
"Hay buenos maestros que cuando se encuentran con estos alumnos se esfuerzan en dar salida a sus capacidades y les dan materiales extra", apunta Rodríguez, "pero hay otros que no, porque están desbordados atendiendo a todos alumnos o no saben cómo hacerlo". Más adelante el programa tiene previsto formar a los profesores de primero de ESO, para que también sepan detectar e intervenir ante los estudiantes con estas características. Según su calendario, en seis cursos toda la población escolar habrá pasado por estos profesores formados para detectar a este alumnado y saber "cubrir sus necesidades y estimular sus capacidades".
"Un superdotado nace con unas bases neurológicas determinadas que luego son beneficiados o no por un entorno que lo estimule; puede pasar que esa potencionalidad no se desarrolle", advierte la investigadora, que subraya también la importante aportación que estos niños pueden hacer luego a la sociedad.
