El cambio de color político del Govern se refleja también en la interpretación que ahora se hace de la encuesta de población activa (EPA). Tras años de euforia respecto a la evolución positiva que el empleo estaba teniendo durante la legislatura del PP, los nuevos titulares de la conselleria de Trabajo hacen una advertencia: la mejoría de la economía isleña dista mucho de estar alcanzando a los asalariados y a muchas pequeñas y medianas empresas, que están viendo como su situación no mejora.

El conseller de Trabajo, Iago Negueruela, y su director general de Empleo y Economía, Llorenç Pou, fueron los encargados de facilitar ayer los datos de la EPA del segundo trimestre en Balears junto al informe de coyuntura económica correspondiente al primer trimestre de este año.

La evolución del empleo que se refleja en la citada encuesta es positiva, al cifrar el número de desocupados durante ese segundo trimestre de este año en 103.500, lo que supone un 12,2% menos que hace un año. Además, la cifra de personas ocupadas en las islas ha ascendido a 525.800, lo que implica un incremento interanual de un 4,7%, en ambos casos porcentajes mejores que los de la media nacional. Eso deja la tasa de paro de las islas en un 16,4%, muy por debajo del 22,3% de la media estatal.

Negueruela y Pou subrayaron que siempre produce alegría ver como desciende el número de desocupados, pero reconocieron también que la situación del mercado laboral presenta aspectos que distan de ser positivos. Así, el conseller puso de relieve que nueve de cada diez contratos que se firman en las islas están siendo temporales, o que casi 50.000 asalariados del archipiélago tienen contratos de menos de 20 horas semanales, lo que supone aumentar en unos 10.000 individuos la cifra que se daba en 2011. En este sentido, Iago Negueruela lamentó que se esté generando un colectivo de personas que, pese a contar con un empleo, siguen siendo pobres.

Otro aspecto destacado por el conseller es que según la EPA hay en Balears más de 34.000 trabajadores que se ven obligados a realizar horas extras ilegales, una situación que de evitarse permitiría crear más de 6.000 nuevos puestos de trabajo, según afirmó.

Por ello, consideró que el empleo crece en las islas, pero no de la forma en que quiere el nuevo Govern, e hizo una defensa de la contratación de calidad para mejorar la competitividad del archipiélago.

Además, calificó de muy preocupante el que haya 48.800 parados que llevan más de un año sin poder acceder a un empleo, y lamentó muy especialmente que esta situación esté afectando de manera especial a los mayores de 45 años.

Otro elemento de preocupación expuesto por Iago Negueruela y Llorenç Pou es que la EPA asigne a Balears 103.500 desempleados cuando la cifra de personas registradas en el servicio balear de empleo (SOIB) es mucho más baja. En concreto, se indicó que un 35% de los parados de Balears no se apuntan en ese servicio, la tasa más alta del país, algo que se achacó a la falta de políticas de inserción laboral desarrolladas por el anterior Ejecutivo autonómico del PP.

Pou aportó otro dato muy significativo: aunque el número de personas que trabajan en las islas ha aumentado en un año un 4,7%, el volumen de horas trabajadas solo lo ha hecho un 0,7%, lo que refleja que cada vez hay más isleños con contratos de unas pocas horas al día y sueldos precarios.

A ello sumó otro factor negativo: en las islas hay más de 77.000 parados que no reciben ningún tipo de prestación, lo que implica que la cobertura en caso de caer en el desempleo solo alcanza a uno de cada cuatro afectados, una tasa que el conseller no dudó en calificar de "alarmante".

Otro dato aportado por el INE es que en las islas hay 25.200 hogares con todos sus miembros en situación de desempleo.

Coyuntura económica

Además de los datos de la EPA, Iago Negueruela y Llorenç Pou presentaron ayer el informe de coyuntura económica correspondiente al primer trimestre de este año, en el que se fija un crecimiento del 2,2% de la economía isleña, con una evidente aceleración en la recuperación de las islas. Llorenç Pou señaló un factor que adquiere una especial relevancia: aunque el motor siguen siendo los servicios, con una mejoría del 2,4%, por primera vez todos los sectores de la economía balear muestran tasas positivas, con un 1,5% en la construcción (la que muestra la aceleración más intensa), y el 0,7% de la industria. El Govern estima que este año podría cerrarse con un alza del 2,5%, aunque se reconoce que este porcentaje podría revisarse.

Respecto a la valoración de la EPA, las patronales CAEB y PIMEM reclamaron una bajada de la fiscalidad para poder crear más empleo, mientras que UGT y CCOO lamentaron la precariedad existente en la contratación.