La sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia (TSJB) ha condenado al Govern a pagar una indemnización de 30.000 euros por el accidente sufrido por una señora de 76 años que resbaló en un pasillo recién fregado del hospital de Manacor. La víctima, que ya ha fallecido, sufrió lesiones graves que la mantuvieron más de un año de baja y le obligaron, junto a otras dolencias, a desplazarse en silla de ruedas.

Los hechos ocurrieron a primera hora de la mañana del 19 de abril del 2010, cuando la mujer de un hospitalizado circulaba por un pasillo de la cuarta planta. La limpiadora acababa de fregar ese lugar y la víctima resbaló en el suelo mojado, lo que provocó su caída.

La víctima sufrió graves lesiones y tuvo que ser operada ese mismo día, permaneciendo dos jornadas hospitalizada. La mujer estuvo convaleciente y como consecuencia del accidente, le quedaron varias secuelas.

La accidentada presentó una primera reclamación ante la conselleria de Salut del Govern, a la que solicitó una indemnización de casi 50.000 euros.

La conselleria desestimó la solicitud de la lesionada, que no tuvo más remedio que demandar al Govern ante los tribunales.

El Govern se opuso a la demanda y negó que la caída se hubiese producido porque el suelo del pasillo estaba mojado.

La Administración argumentó que las instrucciones dadas a la empresa de limpieza eran que se hiciera un fregado húmedo y no con agua y que se marcasen las zonas recién limpiadas con las típicas balizas de aviso.

El Govern también dio una versión del suceso que el TSJB estima incorrecta, dado que sostuvo que la lesionada acababa de salir del ascensor y se dirigía a una habitación. En esa zona había una baliza advirtiendo del pavimento húmedo.

La sentencia, por el contrario, da por probado que la mujer acababa de salir de la habitación de su esposo y circulaba por el pasillo, donde no había ningún aviso de suelo resbaladizo.

Algunos testigos declararon que el suelo estaba mojado y que la señora acabó con agua en su ropa.

El tribunal, una vez aclarado cómo ocurrió el accidente, declara la responsabilidad de la Administración por no haber adoptado las debidas precauciones para evitar el resbalón.

La indemnización será finalmente cobrada por los hijos de la víctima, que decidieron seguir con el pleito en nombre de su madre.