El director general del IB-Salut, Juli Fuster, comenzó a reunirse ayer personalmente con los responsables de los diferentes hospitales y gerencias del Servei de Salut. Y empezó con Catalina Vadell, gerente del hospital de Manacor, continuó con Víctor Ribot, responsable de Son Espases y acabó su primera toma de contacto "física" con Guadalupe Hidalgo, gerente del servicio de emergencias médicas del 061.

Estas primeras reuniones, que continuarán hoy, no han provocado por el momento ninguna destitución ni nombramiento de nuevos responsables.

Fuentes del Servei de Salut recordaron que Fuster ya tuvo un primer contacto telefónico con todos sus gerentes el pasado martes, al día siguiente de hacer el "traspaso de papeles" con su antecesor, Miquel Tomàs, pero que ayer comenzó la primera ronda de entrevistas personales en las dependencias de Reina Esclaramunda.

Las mismas fuentes abundaron que, por el momento, se tratan de reuniones técnicas en las que el director general recaba datos de indicadores del funcionamiento de los hospitales públicos como el estado de las listas de espera, estancias medias y otra serie de variables con las que, posteriormente, adoptará una decisión "objetiva" sobre la continuidad o la destitución de los actuales responsables.

No obstante, de las tres reuniones que mantuvo ayer trascendió que a uno de los gerentes Fuster ya le ofreció la posibilidad de continuar al frente de sus responsabilidades actuales, aunque este declinó darle una respuesta antes de consultarlo con sus personas más allegadas. El director general no planteó esta opción a Ribot que, como se recordará, cuenta con el respaldo unánime de los 44 jefes de servicio del hospital de referencia, apoyo que una delegación de estos responsables clínicos trasladó el pasado miércoles también a la consellera de Salud, Patricia Gómez. Al parecer, Fuster habría tratado con Ribot de asuntos asistenciales de Son Espases y habrían quedado en hablar de nuevo en un par de semanas.