El asesino que mató a 38 turistas europeos en un hotel de la cadena mallorquina Riu en la ciudad de Susa "no era un lobo solitario" si no que formaba parte de una red yihadista ya identificada, según reveló ayer el ministro tunecino de Relaciones Institucionales y Sociedad civil, Kamel Yendubi.

En una rueda de prensa ofrecida en la sede de la presidencia, el ministro confirmó asimismo que las tres personas ya procesadas formaban parte de esa red que dio apoyo logístico al autor de la matanza, el estudiante de 23 años Seifedin Rezgui.

"No era un lobo solitario, formaba parte de una red, una red que ha copiado la lógica de las células durmientes", explicó Yendubi, que se presentó ante los medios en calidad de portavoz de la comisión especial ministerial que investiga el atentado de Susa.

El ministro no dio apenas detalles de la red, evitó vincularla a un grupo en particular y se limitó a señalar que "hay indicios que apuntan a que estuvo en contacto con el grupo de El Bardo", en alusión a los dos asesinos yihadistas que el pasado 18 de marzo mataron a 22 turistas extranjeros en ese museo de la capital.

En ambas ocasiones, el atentado fue reivindicado vía internet por la organización yihadista Estado Islámico, aunque las autoridades insisten en atribuirlos al grupo local "Ansar al Sharia", refugiado en Libia.

Tres procesados

El pasado martes el portavoz del tribunal de Primera Instancia, Sofian Selliti, anunció que el juez dictó orden de arresto y procesamiento contra tres miembros de un grupo de siete sospechosos y dejo en libertad a otras cuatro personas que habían sido arrestadas. El portavoz no identificó a los procesados ni reveló otros detalles, como los delitos de los que se les acusa o si pertenecen a algún grupo yihadista en concreto. Otros cinco habían sido liberados ya a finales de la semana pasada tras considerar la policía que no habían facilitado ayuda logística al asesino

Yendubi precisó ayer que desde el atentado en Susa del pasado 26 de junio la Policía ha realizado 8.000 operaciones de Seguridad y detenido e interrogado a un millar de personas, de las que 120 permanecen bajo arresto por sus vínculos con el islam radical.

Además, han sido destituidos 16 altos cargos políticos y de Seguridad en Susa y en la vecina localidad de Kairauán, lugar en el que estudiaba Rezgui. Entre los cesados están los jefes de distrito de seguridad, el jefe del servicio regional de Inteligencia, el jefe de la lucha antiterrorista de Susa, el jefe de la brigada turística en Susa y jefe de seguridad general de Kairauán, enumeró Yendubi. "Tienen una responsabilidad indirecta por no haber realizado bien su trabajo", en tanto que "la investigación sigue abierta", explicó.

Yendubi reveló que hasta la fecha han sido cerradas 24 mezquitas en todo el país -tres de ellas en la capital- por sus vínculos con el islam extremista; una decisión criticada por la Organización de Trabajadores Tunecinos (OTT), sindicato afín a los movimientos islamistas, que ha exigido al gobierno la reapertura de todas las mezquitas y el regreso a su puesto de trabajo de los imames que han sido cesados.

Tras el atentado de El Bardo y el más reciente en la playa de Susa, el ministro tunecino de Interior, Neyam Garzali, ha anunciado que expertos de siete países, incluyendo España, elaborarán un informe que servirá de base para un nuevo y específico sistema de seguridad en las zonas turísticas.

El responsable detalló que especialistas en Seguridad de España, Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos, Francia y Bélgica e Italia se reunirán el próximo lunes día 15 con colegas tunecinos para un primer encuentro: "Como en el caso de otros muchos países, los expertos ayudarán a sentar las bases escritas del nuevo plan de seguridad" de las zonas turísticas.

El hotel Imperial Marhaba de la cadena mallorquina Riu se encuentra en primera línea de la playa de Susa donde tuvo lugar la masacre. Su página web luce un lazo negro por los sucedido, además de un mensaje de agradecimiento por los apoyos recibidos y de solidaridad "con las víctimas, familiares y compañeros".