La asociación de autónomos del taxi de Mallorca ha contratado los servicios de una agencia de detectives para vigilar la actividad de los denominados vehículos 'piratas' que actúan en el aeropuerto de Palma. El resultado de la investigación, según expuso ayer el presidente de esta patronal, Gabriel Moragues, ha sido el detectar al menos 30 furgonetas pertenecientes a empresas de transporte que, pese a poder trabajar legalmente, se decantan por desarrollar actuaciones irregulares en la captación de sus clientes: ofrecerse como taxis cuando no lo son, cobrar por pasajero cuando deben hacerlo por trayecto, o comercializarse en el interior de Son Sant Joan cuando esta actividad está prohibida por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). Como anécdota, apuntar que entre los clientes de estos servicios aparece identificado el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y varias personas de su equipo durante una visita a la isla.

Moragues señaló que el informe de la agencia de detectives ha sido entregado ya al Govern balear, por considerar que en algún caso se vulnera la legislación sobre transportes; al aeropuerto, al no respetarse su prohibición de comercializar traslados en su interior cuando no se dispone de un local para ello; y en el caso de los que se ofertaban como taxis, "en breve" se presentará una demanda ante los tribunales de lo mercantil por considerar que se trata de un caso evidente de competencia desleal.

Un aspecto destacado por el presidente de esta patronal es que la citada agencia de detectives no ha controlado los casos de ofertas de traslados en coches particulares, debido a que operan en otra zona de Son Sant Joan y el presupuesto de esta asociación no permitía financiar una investigación tan amplia. Sin embargo, subrayó que el uso de estos coches privados es también muy habitual, vinculado en muchos casos al alquiler de viviendas turísticas.

Gabriel Moragues destacó que las irregularidades señaladas en el informe de la agencia de detectives son cometidas por media docena de empresas que están legalizadas como transportistas, pero cuyo comportamiento se califica de irregular, y señaló que el número de compañías que actúan de esta manera es superior. Al respecto, cifró en más de 30 las furgonetas implicadas en estas actividades.

Una de las prácticas que más molestan a los taxistas es el de las personas que se colocan junto a la cola de turistas que esperan acceder a un taxi y que ofrecen sus servicios como si también lo fueran, para llevarse luego al cliente hasta uno de los citados vehículos. Esta situación, por ejemplo, es la que se vivió con Albert Rivera y su equipo, según se destaca en el informe. Este comportamiento se considera una competencia desleal y es el que se demandará ante los tribunales de lo mercantil, según Moragues.

Otro caso muy común es el de esperar a que aparezcan los turistas y ofrecer un traslado a todo un grupo, pero fijando una cantidad por persona (en el video que se adjunta en el informe de ve un caso en el que se piden cinco euros por persona para ir al Arenal), cuando la legislación marca que la tarifa que se puede fijar ha de ser por trayecto, independientemente del número de personas que son transportadas. Según el presidente de dicha patronal, de esta forma lo que se consigue en muchos casos es que en realidad los visitantes terminen pagando más de lo que deberían abonar si hubieran utilizado realmente varios taxis.

También se incluyen casos en los que se ofrece a los pasajeros este transporte dentro de la propia terminal, algo prohibido por AENA, ya que el aeropuerto exige el abono de una tarifa para el alquiler de un espacio en el que desarrollar actividades comerciales. En este tipo de comportamientos, en las imagenes tomadas por los detectives aparece incluso una mujer que ofrece el servicio, para una vez aceptado llamar al conductor del vehículo. Según Moragues, él ha visto como algunas de estas personas que ofrecen servicios de transporte han llegado a introducirse en la zona de las cintas de equipajes, cuando se trata de un especio de acceso vetado para personal que no es de Son Sant Joan.

El presidente de los taxistas reclamó un aumento de los controles sobre los vehículos que acceden al parking de profesionales, para que se compruebe si acuden al aeropuerto con el servicio previamente contratado o si van a "la caza del turista".

También reclamó que la policía local regule el paso de peatones existente frente a la terminal, para evitar las largas colas de taxistas que en muchos momentos se forman por el constante paso de personas.