La botella está pegada a la mano. Con la ola de calor se deben ingerir líquidos con mayor frecuencia (como mínimo dos litros al día) y permanecer en ambientes frescos y ventilados. Según la Fundación Española del Corazón, se recomienda beber antes de tener sed, ya que la sensación de sed suele aparecer de forma tardía. También es importante hidratarse antes, durante y después de hacer ejercicio físico. En concreto, se debe tener especial cuidado con los niños y los ancianos. No solo el agua, las infusiones, los zumos, los refrescos o bebidas con cafeína son también una buena fuente de hidratación. Además, los especialistas recomiendan ingerir algunos alimentos como las frutas o las verduras, ya que también tienen un alto contenido en agua y evitan la deshidratación.