El Cercle Mallorquí de Negocis, la nueva entidad económica de la isla, se presentó ayer para impulsar y favorecer la productividad. El CMN reune a treinta empresas y autónomos mallorquines en su comienzo. El organismo de negocios quiere convertirse en la institución de referencia de la isla.

Según los estatutos del CMN, el ente debe fomentar la economía productiva de la isla, por lo que el presidente, Bartomeu Rosselló, aclaró que las grandes empresas no encajan en el proyecto. Añadió que son las pequeñas y medianas empresas las que crean beneficios tangibles para la sociedad del país.

El vicepresidente del CMN, Eloi Pardo, dijo que la entidad de la que forma parte será un "instrumento para la sociedad civil con capacidad de influencia en la clase política y en las decisiones que conciernen nuestra economía". El presidente Rosselló aseguró que quieren crear un tejido empresarial conectado con la economía y la sociedad.

El vocal Ricard Pla hizo referencia al "expolio fiscal sistematizado" que sufre Balears. Con esta reivindicación quieren subrayar la importancia, para el CMN, de la diferencia negativa entre lo que entrega el archipiélago al Gobierno Central en impuestos y lo que luego reciben las islas en el reparto a las comunidades autónomas de esos ingresos.

Pardo insistió en la importancia de las sinergias con otras instituciones similares a la mallorquina. Su mayor socio es el Cercle Català de Negocis con el que tienen un vínculo fuerte. Rosselló quiso aclarar que "aunque tengamos aspectos similares y afines con el Cercle Català, no somos una filial, somos una institución independiente".

La colaboración también se da con Valencia. Tal y como asegura el CMN, estas cooperaciones sirven para "aprovechar las ventajas competitivas y estrategias de la eurorregión del Arco Mediterráneo noroccidental, surgida entre los territorios con coincidencias históricas, lingüísticas, sociales y de mentalidad occidental".

El ente también quiere establecer estas cooperaciones con las otras islas del archipiélago. Rosselló explica que cada isla debe tener su propio organismo. Agrega que esta necesidad se debe a "la singularidad y la idiosincrasia de cada una de las islas".

El organismo es sin ánimo de lucro y apolítico. No dependen de ningún partido político, aunque reconocen que es difícil ser independientes cuando se tratan temas económicos.

El CMN asegura que llena un "agujero" que necesitaba una respuesta por parte de personas "con una sensibilidad analítica, inquieta e interada por el desarrollo de la isla y de su sociedad, a corto, medio y largo plazo".