La que fue secretaria técnica de Cooperación Local del Consell de Mallorca, Coloma Castañer, ha asegurado en el juicio del caso Cloaca que dicho departamento compró unas sillas en 2005 y 2006, por casi 60.000 euros, para favorecer a "empresas afines a Unió Mallorquina" y a un amigo del conseller.

Durante su declaración como acusada en el juicio por presunta corrupción que ha empezado hoy en la Audiencia de Palma, ha detallado que fue el conseller (Miquel Riera) quien dio las instrucciones para que se compraran las sillas a unas empresas en concreto y, cuando falleció, su sucesora en el cargo, Catalina Julve, las mantuvo.

Castañer ha detallado que se decidió comprar sillas, aunque "no eran muy necesarias", para agotar una partida presupuestaria disponible: "Había un remanente que se tenía que gastar y compraron unas sillas como podían haber comprado mesas, camisetas o bolígrafos", ha admitido.

Ha puntualizado que posteriormente se ofrecieron a los ayuntamientos y hubo una elevada demanda ya que todos los consistorios pidieron.

Sobre la responsabilidad de Julve en la adjudicación de los dos contratos negociados sin publicidad para la adquisición de las sillas, la secretaria técnica ha señalado que no había nada en la Conselleria que se tramitara sin conocimiento de la consellera y que pudo haber no firmado la concesión porque las sillas no eran "algo muy necesario" y se podía "parar perfectamente".

En esta causa, la Fiscalía Anticorrupcion pide 7 años de prisión para Julve, Castañer y un empresario beneficiado por la compra de estas sillas y por otra adjudicación para controlar el servicio de recogida selectiva de residuos, por presuntos delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos y fraude.

También pide 4 años para otros dos empresarios a quienes se adjudicó la primera compra de sillas. Anticorrupción estima que los cinco acusados pudieron causar en total un perjuicio de 575.268 euros a las arcas públicas.