El PP balear consigue echar a José Ramón Bauzá. El presidente en funciones perdió ayer el pulso frente a los sublevados, que hoy ya son la gran mayoría del partido, y tiene quince días para abandonar la jefatura. Pese a la derrota logra su sueño de irse a Madrid, con un escaño en el Senado, y no desaparecer totalmente de la escena política.

La intervención del PP estatal fue clave. Génova apretó a Bauzá durante toda la mañana -"la gente está muy rebotada, tienes que irte ya, antes del 15 de julio como máximo"-, y finalmente le dejó caer tras pactar con los rebeldes que anularan el alzamiento público convocado por la tarde en Algaida. María Dolores de Cospedal puso al nuevo vicesecretario de organización del PP, Fernando Martínez Maíllo, a sofocar el incendio. La número dos del partido quería evitar a toda costa que la imagen de todo un PP autonómico "linchando" a su presidente regional por los malos resultados electorales terminara salpicando a Rajoy. Al acto de ayer tarde habían confirmado su asistencia más de un centenar de cargos electos, "el 80% del partido", aseguró uno de los rebeldes.

Admite sentirse traicionado

Después de reunir al comité de dirección, Bauzá compareció ante la prensa y trató de forma surrealista vender su dimisión a la fuerza como un gesto voluntario, obviando la menor referencia al levantamiento en su contra. Luego él mismo se delató cuando a preguntas de una periodista admitió que se siente traicionado por sus consellers insubordinados: "No voy a negar que alguna decepción personal sí me he llevado".

Bauzá dimitirá como presidente del PP "lo más rápidamente posible", afirmó él mismo, enseguida que se digite a un sustituto temporal para dirigir el partido -con todas las atribuciones- hasta que se celebre un congreso el año próximo, y se elija al nuevo líder.

El PP estatal ha pactado consensuar el nombre del interino con los críticos. Por su parte, Bauzá sentenció ayer que "no puede ser un futuro aspirante a la elección de presidente, ni puede estar imputado". Un veto en toda regla a Pere Rotger, por formar parte del contubernio en su contra. María Salom se antoja ahora como la alternativa, aunque también podría ser una dirección formada por varias personas.

Asimismo, según el acuerdo alcanzado entre los díscolos y Madrid, el derrocado líder popular no podrá hacer la réplica a Francina Armengol el martes, en el debate de investidura de la nueva presidenta del Govern: "No creo que yo sea la persona adecuada", justificó. La postura del PP irá a cargo de la diputada Marga Prohens, que apoya a los críticos y a la vez consuela a los 'bauzanistas'.

"Hemos logrado nuestro objetivo, él pensaba quedarse hasta septiembre pero le hemos obligado a irse ya", celebraron el éxito los insurrectos. Tras conseguir adelantar la dimisión de Bauzá, no se creyó necesario llegar hasta el límite, con la firma de un manifiesto en Binicomprat para que Madrid le expulsara. El documento que iban a secundar docenas de alcaldes y concejales del PP era muy contundente: "Creemos que el señor Bauzá no puede seguir liderando el Partido Popular de las Islas Baleares, (...) actualmente sumido en una situación de abandono y desazón, y cuya falta de liderazgo ha perjudicado el cierre de pactos en los ayuntamientos, con la consecuente pérdida de poder municipal. Creemos que el actual presidente perjudica la imagen del partido y no cuenta con los apoyos suficientes. Con él al frente, no existen las garantías necesarias para afrontar las inminentes elecciones generales en las mejores condiciones para obtener el mejor de los resultados posible".

Sobre su marcha como senador autonómico, después de reprocharle los críticos que se hubiera autoproclamado sin pasar por los órganos del partido, Bauzá anunció que presentará su propuesta en el comité ejecutivo regional del próximo miércoles. Ayer adoptó un tono humilde al respecto: "Si mis compañeros consideran que soy la persona adecuada, para representar los intereses de Balears en el Senado, perfecto. Si no, no pasaría nada".

El presidente depuesto dejó clara su apuesta de que el congreso para elegir a su relevo debe ser como el suyo, "un militante, un voto".