"Tampoco vamos a pretender que aquí no ha pasado nada. Hay preocupación en el mundo empresarial, pero es la normal ante cualquier resultado electoral que conlleve un cambio de políticas", subraya uno de los representantes de patronales turísticas que participó en la reunión celebrada el pasado lunes en la sede de la patronal Caeb. Pero siempre con el matiz de que, "más que alarmados, yo diría que estamos expectantes", a la espera de comprobar la composición del futuro Govern y las primeras medidas que éste toma.
En cualquier caso, hay una cuestión sobre la que se hace especial hincapié: "Lo que esperamos es que el nuevo Ejecutivo no piense que cualquier iniciativa tomada por el anterior equipo de José Ramón Bauzá es necesariamente mala, porque se equivocarían de plano".
Un ejemplo se señala sistemáticamente: la ley del turismo y el reglamento que la desarrolla. Porque aunque inicialmente algunos sectores torcieron el ceño ante lo que inicialmente se veía como un trato de favor hacia los hoteleros, al permitirles en las zonas maduras ganar alturas y habitaciones si elevaban la categoría de su establecimiento, ahora se percibe como una iniciativa que ha beneficiado a todos.
Un efecto dominó
La explicación es bien simple: el hotel amplía su espacio, pero al pasar en la mayoría de los casos de las tres a las cuatro estrellas, pasa a traer a la isla a clientes de más calidad, que también gastan más en los negocios del entorno. Y eso está impulsando que las empresas de la denominada ´oferta complementaria´ se comiencen a plantear hacer a su vez inversiones para mejorar sus establecimientos. Con un efecto dominó, el favor a los hoteleros está impulsando la regeneración del conjunto de la zona, según se admite desde el sector del ocio. Además, el reglamento que desarrolla la ley turística reconoce también el esfuerzo por la calidad que se hace en negocios como la restauración, al crear la denominada categoría Gold.
Por ello, un punto sobre el que se insiste es en la necesidad de hacer ver a los nuevos gobernantes que cuando algo funciona, es mejor no tocarlo demasiado, más allá de mejoras puntuales que deberían ser consensuadas, como el facilitar las inversiones para el conjunto de las empresas turísticas, sean o no de alojamiento. En este sentido, se recuerda que la propuesta para mejorar la denominada Calle de la Cerveza de la Platja de Palma no ha sido aceptada por el Ayuntamiento.
