­El horizonte del futuro Govern de izquierdas quedó ayer despejado después de que Podemos concretara sus condiciones para apoyar la investidura de Francina Armengol, y de que las bases de Més respaldaran un gobierno en minoría de este partido con el PSOE, y Podemos sustentando la mayoría parlamentaria. Los ecosoberanistas continúan decantándose por un tripartito -322 votos a favor, ninguno en contra-, pero el escenario es inviable por la negativa de Podemos a compartir gobierno con los socialistas.

El reparto de poder en el tercer Pacto de Progreso ha quedado fijado a grandes rasgos: El PSOE ostentará la alcaldía de Palma (dos años) y la presidencia del Govern; Més tendrá la alcaldía palmesana los dos años restantes y las presidencias del Consell de Mallorca (Miquel Ensenyat)y de Menorca (Maite Salord); y Podemos coordinará el Pacto y presidirá el Parlamento si se compromete a garantizar la estabilidad.

Socialistas y ecosoberanistas empiezan a partir de hoy a poner nombre a los nuevos cargos. El Ejecutivo tendrá en principio 10 conselleries -dos más que ahora-, que se repartirán al 50% ambos partidos, para equilibrar el peso político. Se rechazan las macroconselleries como las de esta legislatura, por considerarlas "inmanejables". Francina Armengol (PSOE) será la presidenta, mientras el líder de Més, Biel Barceló, será el vicepresidente. Este partido también se quedará con la portavocía del Govern, un puesto de gran visibilidad, y que podría ocupar también el propio Barceló.

Turismo, por decidir

Més gestionará las carteras de Educación, Servicios Sociales y Economía. Ésta última tendrá el rango de vicepresidencia, y Barceló se perfila para ocuparla, por ser el campo donde mejor se mueve. Tampoco se descarta que Més se encargue los próximos cuatro años de Turismo, aunque los hoteleros quieren ese departamento para el PSOE. Agricultura y Medio Ambiente podrían ser también de Més, en cambio Sanidad, una de las conselleries más potentes, estará en manos de los socialistas.

La entrada de Biel Barceló en el nuevo Ejecutivo como número dos no está en discusión; en cambio, sigue sin definirse la incorporación de su mano derecha, Fina Santiago, que abandonó la primera línea política antes de las elecciones para cerrar un ciclo. Santiago recibe muchas presiones de Més y de Podemos para regresar y ocupar una conselleria de peso. Los morados la ven una pieza clave para arbitrar el nuevo equipo, que se verá sometido a fuertes tensiones y vaivenes.

Alberto Jarabo, líder de Podemos, ha reclamado la creación de una conselleria exclusiva para Investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). PSOE y Més están de acuerdo en potenciar esta área, pero no lo ven factible como un departamento propio, sino integrado en una conselleria mayor, probablemente la de Economía de Barceló.

Ayer por la tarde Més pulsó la opinión de sus bases sobre las negociaciones para formar el nuevo Govern. Después de que varios dirigentes se hayan mostrado partidarios de dejar solo al PSOE en el gobierno, el aparato ecosoberanista estaba expectante para ver qué pensaba la asamblea. No hubo sorpresas, y la postura de un Govern integrado únicamente por el PSOE tan sólo recibió un 8% de votos a favor (21), y el 89% en contra (235). La mayoría de las 400 personas que abarrotaron el aforo apoyaron la apuesta personal de Barceló y Santiago: Un Ejecutivo "fuerte y estable" de Més, PSIB-PSOE y Podemos, ya que "es el escenario que mejor cumple el mandato ciudadano de cambio" emitido en las elecciones del 24 de mayo. El 99% de los votantes secundó esta fórmula.

Con todo, ante la inviabilidad puesta de manifiesto hasta ahora por la falta total de sintonía entre Podemos y PSOE, la asamblea valoró otras alternativas. Aunque ninguna logró más del 50% de los apoyos, la segunda opción más votada fue un Ejecutivo Més-PSOE con el apoyo parlamentario de Podemos, condicionado a un acuerdo para la mejora de la financiación autonómica y al organigrama del futuro Govern, que refleje la pluralidad de las fuerzas progresistas integrantes. Obtuvo el 45% de los votos (122), 33% en contra (89 votos) y un 22% de abstenciones (61).

Se planteó una tercera vía, un Govern en minoría Més-Podemos, que tuvo al exconcejal de Palma Antoni Verger como principal defensor. Sus argumentos gustaron mucho a los oyentes (alertó del riesgo de que Més quede como la izquierda oficialista ligada al PSOE frente a un Podemos desgastando fuera del gobierno), pero la propuesta solo recibió un 19% de votos a favor (49),el 67% en contra (178) y un 14% de abstenciones (37).

Los resultados ayer en Més confirman la presidencia para el PSOE, si bien la asamblea dejó patente que Armengol tiene pocos partidarios allí. "La gente no nos ha votado para que ella sea la presidenta", sentenció Verger. Otras voces como el exdiputado Antoni Alorda instó a dejar claro desde el principio que Més no viene a ser comparsa de los socialistas, "sino a mandar". El edil de Porreres Joan Barceló arengó: "No queremos ser monaguillos del PSOE". Arrancó una ovación.