­Antonia Salom está en paro y aunque opta políticamente por el programa socialista (aunque no conoce el nombre de la líder de Balears) pronostica que el gobierno que intentan formar los tres partidos de izquierda no va a lograr los objetivos que se están marcando, porque entiende que existen demasiadas diferencias entre los programas políticos que defienden. La opinión que manifiesta esta mujer no coincide en muchos casos con otros ciudadanos de Palma, que sí ven con esperanza que los tres partidos que están negociando el próximo gobierno progresista logren un cambio radical en la forma de hacer política en Balears. Solo exigen que no se peleen por ocupar las sillas, que lleguen a acuerdos entre ellos, pero por encima de todo que cumplan el programa político que se negocie con el apoyo de todos ellos".

Pero no todos los encuestados creen que el tripartito de izquierdas va a conseguir resolver todos los problemas que sufre Balears y que se consiga un periodo de estabilidad. Al contrario, temen que nos gobiernen políticos que apliquen los programas radicales que están pregonando. Estos mismos ciudadanos son los que opinan que debe gobernar la lista más votada, en este caso el PP, y aunque ninguno de ellos reconoce que le agrada José Ramón Bauzá ni la política que ha llevado a cabo estos cuatro últimos años, coinciden en que es el político de Balears más legitimado para encabezar el próximo Govern.

Entre los jóvenes, en cambio, se nota que están esperanzados con la aparición de nuevos partidos políticos que proponen proyectos distintos. De hecho, sin entrar en el fondo ni en el origen de los problemas, por encima de todo exigen a estos políticos de izquierda que apliquen una política radicalmente distinta. No les interesa la persona que ocupará la presidencia del Govern o la alcaldía de Palma y de hecho muchos de ellos ni siquiera conocen los nombres de los políticos que aspiran a estos cargos. Lo que exigen al nuevo Govern es un cambio radical en la forma de hacer las cosas, donde se apueste por la negociación y el consenso entre los diferentes partidos y que las decisiones que se adopten sean el resultado de acuerdos entre todos.

Frente a la esperanza que se observa en los jóvenes, aparece el pesimismo entre las personas de más edad. Muchos de ellos temen sobre todo a Podemos, aunque situándolo en Balears no lo identifican con la figura de su líder, Albert Jarabo, sino con el secretario general, Pablo Iglesias. Por ejemplo, Francisca Fluxà teme incluso que si en algún momento este partido llega a gobernar vaya a perder todo lo que tiene, porque se lo van a confiscar. Y por ello apuesta por un gobierno mucho más conservador, con la presencia del PI. No se fía de Podemos, pero tampoco del PSOE, porque aún recuerda que fue el partido político que nos arrastró a la crisis.

Sin mayoría absoluta

Sean de un partido u otro, los ciudadanos encuestados coinciden en que no puede volver a gobernar un partido que se agarra a la mayoría absoluta para aplicar una política sin escuchar a los sectores implicados. Por ello, la mayoría apuesta por un gobierno con la presencia de varios partidos, en vez de uno solo, para que así se apueste por el diálogo. Sin embargo, no hay ni uno solo de los ciudadanos encuestados que considere que sea una tarea fácil que tres partidos con programas tan distintos, aunque todos sean de ideología de izquierdas o progresista, puedan alcanzar un acuerdo. E incluso entienden que lo más fácil será constituir un gobierno; lo complicado vendrá después cuando tengan que tomar decisiones para aplicar el programa que han aprobado entre todos. Es por ello, que más que los nombres y los cargos a los que aspiran estos políticos de izquierda, a los ciudadanos les preocupa si se va a terminar con la corrupción y se va desarrollar una política distinta. Aunque coinciden en que será difícil, la mayoría aún tiene la esperanza de que la situación mejore con este nuevo Govern.