Los problemas relacionados con la desigualdad y la exclusión social siguen sin mostrar síntomas de mejoría, e incluso se dan situaciones como la pobreza infantil en las que se detecta un fuerte crecimiento, según advirtieron ayer los responsables de Cáritas Mallorca durante la presentación del informe correspondiente a su actividad durante el pasado año. Un dato aparece como especialmente significativo: las ayudas directas que esta organización ha concedido en la isla a lo largo de 2014 han superado por primera vez el millón de euros. Y en lo que llevamos de 2015, la situación de enquistamiento de estos problemas se mantiene.

Cáritas Mallorca atendió durante el pasado ejercicio a 9.929 personas, una cifra que supone un recorte de unos mil individuos respecto a 2013 pero que se achaca a un ajuste de los datos de la part forana. Porque el problema principal, según se apuntó, es que los casos que se tienen que atender son cada vez más graves debido al deterioro que se está dando en la situación de muchas familias.

Como se ha indicado, la prueba más evidente de que la demanda de ayuda no deja de crecer en Mallorca es que las ayudas directas alcanzaron el pasado año un valor de 1.032.842 euros, con un incremento superior al 6% respecto al ejercicio anterior, según consta en la memoria presentada por la directora de Cáritas en la isla, Margalida maria Riutort; su secretario general, Joan Francesc Planes; la administradora general; Sebastiana Santmartí; y el delegado episcopal en esta organización, Guillem Vaquer.

Dentro de ese reparto de más de un millón de euros, se destaca especialmente la evolución que se está dando en las actuaciones vinculadas a la ayuda a la infancia y su desarrollo, valoradas en más de 200.000 euros. Quizás el dato más relevante es que en un año ese importe ha crecido un 25%. Este apartado incluye el respaldo económico que se da para garantizar la alimentación, ropa, guarderías o material escolar de los niños. Tal y como subrayó Riutort, en Mallorca no hay niños en la calle, pero su problema se enmarca en su pertenencia a familias sin recursos.

Otro capítulo importante es el de las ayudas para cubrir necesidades básicas de las familias, como alimentos, productos de higiene personal y limpieza del hogar o ropa, que el pasado año superaron los 250.000 euros, en este caso con un descenso del 3%. Esta cifra no incluye las campañas de recogida de alimentos y ropa que organizan las parroquias y los colegios.

Otro capítulo muy importante son las ayudas concedidas durante el pasado año para hacer frente a los gastos de la vivienda, ya sean alquileres, hipotecas o facturas de suministros como el eléctrico, que han superado los 200.000 euros. Aquí aparece de nuevo un incremento muy importante en relación a 2013, del 11%.

En el caso del empleo y la formación para poder realizar prácticas y aprendizajes en las empresas, el valor de las becas concedidas ha superado los 280.000 euros.

Hay otros apartados con cuantías más bajas, como las ayudas para gastos sanitarios relacionados con la compra de medicamentos, óptica, o dentista, que se han movido en torno a los 18.000 euros, o las que se dan para facilitar el transporte, que han superado los 27.000, por citar dos ejemplos.

Respecto a la población atendida, se subraya que cada vez adquiere más peso la española, que ya supone un 45% del total cuando hace años apenas suponía el 10%. También es destacable el elevado peso de las familias con hijos menores, que ya suponen un 65% del total.

Otro dato destacado desde Cáritas es que en estos momentos tener un empleo ya no es garantía de quedar fuera del riesgo de pobreza debido a la precariedad de los nuevos contratos, y ello a pesar de los datos sobre crecimiento económico de las islas.

Por todo lo expuesto, se aplaudió que los partidos que están negociando la formación de un nuevo Govern planteen entre sus medidas una renta mínima o devolver el derecho a la atención sanitaria a toda la población residente.

Un punto destacado es el trabajo realizado por todas las personas que colaboran con Cáritas.