El acuartelamiento palmesano de Son Simonet va a pasar finalmente a manos de una de las mayores empresas promotoras y constructoras de Cataluña, que además dispone de oficinas en la isla. La Llave de Oro abonará 5,5 millones de euros al ministerio de Defensa por la adquisición de este suelo, tras haber presentado la oferta más alta en la subasta celebrada ayer, y en esos terrenos podrá edificar 272 viviendas.

El cuartel fue adjudicado a Inmobiliaria Mar, que pertenece a La Llave de Oro y que ya ha realizado otras promociones en la isla. Así, en estos momentos cuenta con pisos en venta en Camp Redó Ses Fons, en s'Olivera-La Femu y en Son Puig, en Palma, y en Cala Ratjada.

El presidente de la asociación de promotores inmobiliarios de Balears, José Luis Guillén, expresó la satisfacción que ha generado el resultado de la subasta, tanto porque el cuartel no ha terminado finalmente en manos de un fondo de inversiones con fines especulativos, como por el hecho de que el comprador es una empresa asociada a esta patronal y que, según su presidente, realiza unos proyectos con un nivel de calidad elevado.

Como referencia, las viviendas que en estos momentos comercializa La Llave de Oro en Palma tienen un precio que se acerca o supera los 200.000 euros.

Desde la empresa adjudicataria del solar se ha optado de momento por no facilitar datos sobre la tipología de los inmuebles que se quieren levantar en este solar ni sobre el ritmo con que se ha planificado su edificación, dado que la adjudicación tiene todavía un carácter provisional a la espera de que el ministerio de Defensa confirme que se han cumplido todas las condiciones para participar en la subasta.

Importancia para el sector

En cualquier caso, desde las asociaciones empresariales de promotores y de constructores de las islas se ha puesto de relieve la importancia de que se desarrolle este suelo en Palma con la construcción de unas 272 viviendas, dada escasez de producto nuevo que se registra en la isla, y muy especialmente en su capital.

Además, desde la patronal de constructores se subraya el empleo que esta iniciativa va a general, ante la estimación de que por cada puesto de trabajo directo que se crea con la edificación residencial, se generan más de tres indirectos, al implicar a otros colectivos como el de fontaneros, carpinteros o personal de almacén, y todo ello en un momento en el que el volumen de parados que sigue existiendo en este sector se mantiene muy alto.

Según opina José Luis Guillén, lo lógico es que la construcción en este solar se ejecute por fases, para evitar así una saturación de la oferta poniendo en el mercado de una sola vez las 272 viviendas autorizadas.