La asociación de directores de colegios (ADIPMA) denunció ayer que la aplicación de las pruebas LOMCE está siendo "caótica".

La parte escrita de estas evaluaciones debía ser realizadas por los alumnos de tercero de Primaria entre el día 19 y 20, mientras que para los exámenes orales los centros tienen hasta el día 5 para realizarla. El pasado día 19 la huelga convocada por la Assemblea de Docents alteró la aplicación de estas pruebas. Educación indicó que solo 16 de los 307 colegios de las islas tuvieron que anular las pruebas por falta de personal, pero al no controlar los datos de asistencia de alumnado en jornada de huelga, no pudo ofrecer datos de cuántos de los 11.000 estudiantes de tercero finalmente hicieron las evaluaciones: muchos padres no llevaron a sus hijos a clase el día 19 mientras que otras familias se niegan a que sus hijos las hagan al estar en desacuerdo con el tipo de prueba y con la LOMCE.

Ante esta discrepancia de las familias, Educación insiste en que todos los niños deben hacer las pruebas, según un informe elaborado por sus servicios jurídicos, aunque de momento no ha llegado a los centros ninguna instrucción firmada en este sentido. Ante esta situación, hay directores que han pasado las pruebas igual a pesar del rechazo de las familias mientras otros esperan a recibir directrices.

"Los directores hemos ido dando soluciones inmediatas sin recibir en ningún momento respuesta a las dudas que transmiten los centros al Institut per a l'Avaluació i Qualitat del Sistema Educatiu (IAQSE), a Inspección o directamente a la dirección general de Educación", aseguró ADIPMA ayer en un comunicado, en que el se denunció que han llegado respuestas diferentes a la misma pregunta dependiendo de quién la respondía "generando una gran confusión".

Aseguran que han detectado discrepancias entre los mismos técnicos del IAQSE e Inspección sobre cómo proceder ante los alumnos que presenten hojas de discrepancia firmadas por sus familias: "Unos dicen que son obligatorias, otros que el IAQSE ha de responder, otros que Inspección es responsable y algunos que incluso remiten al director general de Educación".

Estos directores señalan además otras complicaciones como centros de muestra a los que el evaluador externo ha llegado tarde los dos días, sin conocer el procedimiento de aplicación y necesitando la intervención del docente acompañante para hacerlo; o incluso, centros de muestra a los que el evaluador externo avisó el mismo día de la prueba de que no iría y que debían cambiar los tests de día.

Otra incidencia denunciada por los directores es que ha habido evaluadores que no han tenido en cuenta que los alumnos con necesidades especiales tienen hasta el día 5 de junio para pasarlas, ya que el tutor y el pedagogo terapéutico necesitan tiempo para hacerles adaptaciiones individualizadas de las pruebas. "Por tanto", concluyen estos responsables de colegios, "no sabemos donde queda el carácter muestral de la prueba ante esta falta de planificación y total improvisación".

El comunicado de ADIPMA asegura que estas situaciones no son más que un ejemplo "del caos, la improvisación y la falta de rigor científico que ha sido esta prueba".

La asociación señala que la misma normativa que las regula establece un protocolo para garantizar la confidencialidad, neutralidad y objetividad de las evaluaciones y por ello se indica que han de pasarse a los alumnos en unas condiciones físicas parecidas y el mismo día y hora; "algo que es bien público que no se cumplido, con lo que el IAQSE ha ido en contra de su propia normativa". Los directores recuerdan que algunas pruebas se filtraron el día antes de que comenzaran y creen que la confidencialidad y neutralidad ha quedado puesta en entredicho.

Educación insiste en que los niños están obligados a hacer las pruebas LOMCE y que los colegios están obligados a pasarlos, aunque de momento no se ha especificado si habrá sanciones o cómo se procederá ante los que insistan en negarse.

La estrategia de la Assemblea de Docents es resistirse todo lo posible y cuando ya no se pueda ayudar a los alumnos a responder las pruebas para invalidarlas.