Reabrir el debate sobre la ecotasa puede ser muy "lesivo" a la hora de reducir la estacionalidad turística, tras un "primer experimento que fue espantoso", según advirtió el delegado de Fergus Hotels, Bernat Vicens, en la mesa de debate organizada ayer sobre la situación del sector hotelero. Por contra, el elemento positivo fue el convencimiento de los asistentes de que la desestacionalización pasa por el impulso que se pueda dar a Palma como destino de temporada baja para que se genere un efecto de "mancha de aceite" que se extienda a otras zonas, y la certeza de que se trata de una batalla que puede ganarse.

El hotel Nixe Palace sirvió ayer como marco del debate hotelero organizado por el Grupo Vía y presentado por el presidente de Educatur, Domènec Biosca. La primera mesa redonda estuvo dedicada a la estacionalidad turística de la isla, y de ella surgió la advertencia en contra de reactivar el citado impuesto creado por el primer Govern de Francesc Antich.

La presidenta ejecutiva de la Federación Hotelera de Mallorca, Inma de Benito, fue la encargada de abrir las intervenciones, tiempo que dedicó a destacar las "palancas" que, con mayor o menor éxito, se han intentado activar durante esta legislatura para alargar la temporada turística. Respecto a la primera, definida como la colaboración privada-privada, recordó el trabajo que se ha hecho con otros sectores para lanzar el proyecto Mar de Experiencias, con el fin de ampliar la oferta para el visitante que llega a la isla.

La segunda palanca ha sido la colaboración público-privada, y en este aspecto destacó los excelentes resultados que se están consiguiendo a través de la nueva ley del turismo y de los decretos de zonas maduras, lo que ha impulsado inversiones que cuantificó en 750 millones de euros. La tercera es la colaboración pública-pública, que en su opinión es la que se encuentra más atrasada y que debería conllevar una mayor coordinación entre Administraciones.

El director comercial en España de Iberostar, Xisco Martínez, valoró la mejora que se ha detectado en las conexiones aéreas para impulsar el turismo de temporada baja, pero advirtió también de la necesidad de adaptarse a los gustos del cliente. En este sentido, puso de relieve la apuesta que su cadena ha hecho por el cicloturismo y puso sobre la mesa un tema que volvería a aparecer reiteradamente durante el debate: el liderazgo que Palma debe de ejercer a la hora de reducir la estacionalidad en la isla, algo a lo que en su opinión ayudará la apertura del Palacio de Congresos.

El delegado de Fergus Hoteles en las islas, Bernat Vicens, reclamó un ejercicio de autocrítica por parte del sector hotelero, al que reprochó que en ocasiones no ha sido capaz de adaptar su oferta al cliente invernal, y también desde la oferta complementaria, a la que recriminó que diseñe su actividad para abrir solo durante medio año.

Pero además reivindicó bonificaciones a las Administraciones públicas para abrir en temporada baja, debido a que durante esos meses los ingresos caen pero los costes siguen siendo los mismos, y en ese sentido consideró muy perjudicial que se reabra el debate de la ecotasa, que también fue cuestionada por algún otro asistente.

Andrés Soldevila, del Sant Francesc Hotel Singular, se sumó a las voces que defienden el papel capital que Palma debe de jugar en la desestacionalización y la ayuda que el Palacio de Congresos puede aportar. Al igual que Vicens, reclamó una adaptación del producto por parte de los hoteleros al cliente de invierno, y puso como ejemplo el cambio de contenidos en las páginas web.

Sobre la polémica en torno a Magaluf, el representante de Fergus Hotels defendió que no se trata de una zona peligrosa, sino de un "turismo algo más gamberro", pero con mucho futuro, y recordó las inversiones que su grupo o Meliá están realizando en el lugar, opinión a la que se sumó De Benito al recordar que es en ese punto de la isla y en Platja de Palma donde más inversiones se están ejecutando.

Respecto al alquiler turístico de apartamentos, la presidenta de la federación hotelera subrayó que esta oferta eleva el riesgo de saturación de la isla en verano, aunque Soldevila apuntó que es una tendencia "imparable".