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Educación

Asociaciones de padres denuncian que los colegios "se caen a trozos"

Critican que los políticos sólo se acuerdan de los centros públicos "para hacer promesas en elecciones"

Los padres posaron con baldosas, trozos de escalones y persianas caídas y con piezas de amianto. b.ramon

Asociaciones de padres de varios colegios e institutos denunciaron ayer que sus centros "se caen a trozos" (literalmente en algunos casos) y deploraron las promesas de proyectos de reforma que nunca acaban de ejecutarse. "No es por estética, es por seguridad", apuntó Vicente Rodrigo, presidente de FAPA, "hemos tenido mucha suerte de que no haya pasado aún ninguna desgracia".

En el colegio Joan Miró de Palma hay grietas "en las que caben tres dedos", según denunció la madre Brígida Gómez, que enumeró una larga lista de deficiencias: como la cornisa que se desprendió en uno de los patios (que en realidad es el antiguo parking de los profesores); los socavones; los radiadores que no funcionan; el baño clausurado por la caída de varias baldosas; la falta de mesas en el comedor (las han de traer de las clases).... "Solo se acuerdan de nosotros cuándo hay elecciones", apuntó esta madre, recordando que Núria Riera les visitó hace dos meses y les dijo que iban a empezar "ya" a resolver la situación. "Siempre nos dicen lo mismo, pero luego todas las puertas están cerradas", lamentó Gómez, que señaló que ante la falta de respuesta del Govern tuvieron que recurrir a la ONG Ayuda en Acción para poder renovar material de gimnasia.

Sonia Justo, de Es Pont, recordó la eterna queja de este centro: el amianto. Ayer mismo el director general de Infraestructuras, Bartomeu Isern, aseguró que antes de que acabe el año no quedará amianto en ningún centro, pero Justo aseguró que no lo creerá hasta que lo vea: "La consellera Camps nos prometió que se retiraría antes de que acabara el primer trimestre de 2015; estamos hartos de muchas palabras y pocos hechos".

El Montaura de Manacor vivió un susto en abril cuando cayó un trozo de persiana al patio durante el horario lectivo. Maite Mora lamentó que la única medida adoptada ha sido retirar las persianas y aseguró que hay niños que están volviendo a casa con dolor de cabeza. Denunció también la falta de escalera de incendios (no superaron el último simulacro).

Joan Sard, padre del IES Medina Mayurqa, habló del estado del gimnasio polivalente construido en 2009, con una pista "que no se puede usar", sin calefacción y con bloques de hormigón que caen: "Deficiencias que pueden afectar a la integridad de los niños".

"Estamos pendientes de que la instalación eléctrica pete cualquier día de estos, no ha pasado la inspección técnica", avisó Elena Inglada, del APA del Sureda i Blanes. El otro gran motivo de queja: los escalones del patio que se están fragmentando, quedando al aire el hilo de hierro que los une: "Esto es un problema de seguridad y de movilidad". Explicó que les arreglaron una cornisa y que ahora están facilitando la movilidad en el centro, pero planteó la necesidad de que Educación realice un informe con las acciones prioritarias.

"El colegio Alexandre Rosselló tiene 81 años y no se ha hecho ninguna gran reforma, en 2009 estuvieron a punto, pero ahí sigue colgado el cartel de la licencia de obra", apuntó Juan Pedro Álvarez, que recordó que el curso pasado cayó una de las persianas y destrozó un coche. "La APA y el centro pusimos de nuestro dinero para que los niños pudieran tener sombra en el patio", narró. "Vino Riera y prometió que empezarían 'ya', pero nos cuesta creerlo", concluyó. Rodrigo apuntó que son muchos los centros afectados por esta falta de inversión "histórica" y recordó casos como el del centro especial de Son Ferriol o el Aina Moll.

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