En el último informe policial aportado a la juez que encarceló a Romanov se afirma que el ruso abusaba de su posición de superioridad para perjudicar a los trabajadores que realizaban la reforma del hotel de Peguera. De hecho, además de blanquear el dinero de la mafia se le acusa de un delito contra los derechos de los trabajadores.

Romanov, según los investigadores, estableció una especie de régimen de terror en el hotel, sin respetar las normas laborales. Iba contratando a los obreros en varias de sus empresas para evitar que adquirieran antigüedad y se convirtieran en trabajadores fijos. Los empleados estaban dados de alta en el ramo de la hostelería, pero en realidad realizaban trabajos de peones.

Los investigadores han constatado que Romanov imponía multas económicas a los obreros cuando consideraba que no trabajaban como él esperaba. Una de las sanciones que ha documentado la Guardia Civil alcanza los 2.000 euros. Un trabajador tuvo que redactar una nota de disculpa, en la que llega a aceptar la sanción y se muestra incluso arrepentido. Su ´pecado´ fue tener la necesidad de orinar y, al no encontrar ningún baño, hacerlo cerca del jardín de la casa de Romanov, con la mala suerte de que fue visto. Este empleado realizó trabajos de aplicación de yeso y montaje de mármol en el hotel. El presunto mafioso no negociaba las multas. Las cantidades las imponía él mismo, obligando a los trabajadores a aceptarlas, ya que de lo contrario no iban a cobrar por los trabajos que habían hecho. En la casa del ruso, que fue registrada durante horas, se encontró un documento en el que Romanov anotaba las multas que imponía a los trabajadores, el motivo de las mismas y las cantidades. Así, se refleja que los obreros eran multados, entre otras cosas, cuando eran sorprendidos fumando mientras trabajaban, o hacían con la maquinaria más ruido del que él consideraba apropiado. Otros trabajadores han denunciado que tenían que ser ellos los que abonaran con su nómina las cuotas de la seguridad social, o que el empresario ruso jamás les pagó el finiquito cuando terminaban la relación laboral con la empresa. Decía que no tenían derecho a este dinero.