La Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) completaba ayer una semana de precampaña electoral con un foro de debate que tuvo como estrella invitada a Álvaro Nadal, uno de los currículos académicos más brillantes que ha pisado la Moncloa y que llegaba a la isla para defender la "recuperación económica" que cree que ha conseguido su jefe, Mariano Rajoy. Delante encontraba un auditorio tan convencido y entregado que el propio presidente de la patronal hotelera, Aurelio Vázquez, en su último acto al frente de la organización, empezaba por felicitar a Nadal y al presidente de la nación, antes de glosar los logros del PP de Rajoy y Bauzá y reclamar continuidad a "la política que nos ha llevado al éxito". Tan buena es la línea, decía, que el Govern que salga de las urnas en mayo debería ahondar en el legado de cuatro años de presidencia de José Ramón Bauzá.

Allí estaba el propio Bauzá, arropado por la plana mayor de la campaña electoral del PP, desde la candidata a la reelección en el Consell, Maria Salom, a la aspirante a la Alcaldía de Palma, Margalida Durán, pasando por el conseller de Hacienda, el de Economía, la delegada del Gobierno, el actual conseller de Turismo y el anterior (el reaparecido Carlos Delgado), así como un buen puñado de diputados, concejales y asesores del poder popular. También había empresarios hoteleros, que para algo eran los anfitriones en el acto del hotel Meliá Palas Atenea, aunque brillaban por su ausencia los políticos del resto de formaciones que aspiran al poder. A ellos, aunque ni estaban ni se les esperaba, también se dirigía Aurelio Vázquez en su llamamiento a la continuidad, en la línea de los folletos que repartió el pasado fin de semana la federación que agrupa a los hoteleros de la isla para glosar las bondades de la política económica de Bauzá. "Al futuro Parlament le pido que recuerde varias cuestiones. Primero, que el empresario no es el tigre a abatir, ni la vaca lechera a ordeñar, sino el caballo que tira del carro. Segundo, que hay que mantener el modo de trabajo y colaboración, no ya de consenso y diálogo, sino de participación activa en el diseño del marco legislativo que afecta al sector. Tercero, que dejemos de especular sobre el modelo turístico, que el que tenemos funciona. Cuarto, inversión, inversión e inversión. Quinto, rebajar impuestos: cualquier intento de introducir nuevos tributos sobre la actividad turística [en aparente alusión a la ecotasa] perjudicará al sector y a la sociedad, por lo que tendrá el rechazo frontal de los empresarios. De hecho, el martes la patronal trajo a Mallorca a Manuel Lagares, economista reputado que en los últimos meses ha saltado a los titulares de prensa por haber presidido la comisión que diseñó las reformas fiscales del Gobierno Rajoy, con las que comulga de principio a fin.

Y sexto, que se siga controlando el déficit y la administración no gaste más de lo que ingresa". A unos metros sonreían Bauzá, presidente de un Govern que en 2014 gastó 450 millones más de los que ingresó, y Nadal, director de la Oficina Económica de un presidente, Rajoy, con el que ayer España batía su cuarto récord mensual consecutivo de deuda pública.

Álvaro Nadal muestra el gráfico que describe el crecimiento constante de las exportaciones españolas. B. RAMON

Vázquez reclamaba además que se articulen instrumentos que permitan a los empresarios renovar al menos el 5% de las instalaciones turísticas al año y sugería que, "como se ha hecho esta legislatura", no se consuma más territorio para turismo. Luego elogiaba la Ley del Suelo que permite transformar campo en alojamiento y la ley turística, que ha elevado la altura de cientos de hoteles en cuatro años. Finalmente Vázquez volvía a su caballo de batalla favorito para cerrar: "Hay que combatir la competencia desleal, apoyándonos en una normativa pionera [la del Govern Bauzá, que prohibe el alquiler de pisos a turistas en zonas residenciales]. Si no se hace, España y Balears amenazan con quebrar la base del turismo y puede costarnos caro, provocando una reconversión del sector", avisaba el presidente de la patronal.

Hace solo dos años, él mismo asaeteaba en la misma sala a otro miembro del Gobierno, el ministro José Manuel Soria, al que convertía en blanco de las criticas al incumplimiento de la promesa electoral del Partido Popular de bajar el IVA turístico. Y hace apenas un año, el propio Vázquez avisaba al Gobierno central de que iría "a la guerra" si no se cumplía la promesa antes de las elecciones. ¿Fue a la guerra el presidente patronal mallorquina? Pues ayer, en su despedida, no: ni una mención al IVA turístico, y apenas una alusión fugaz al "plan de inversiones no nato" en Platja de Palma, cancelado por el Gobierno Rajoy. Aunque sí había carga fiscal en su alegato de despedida: "Las empresas turísticas generamos en ingresos 33 millones al día y devengamos 6 en impuestos".

Atendía el director de la Oficina Económica de Mariano Rajoy, Álvaro Nadal, que antes había analizado la situación de la economía española. Número uno de su promoción en cada doctorado o título que cursó (universidad de Harvard incluida), Nadal tiraba de talento oratorio para "explicar" las razones por las que España está hoy en "clara recuperación". Lo hacía apelando al esfuerzo de los españoles durante medio siglo. "En los últimos 50 años España es el sexto país que más se ha esforzado para que su PIB convergiese con el de la primera potencia mundial", documentaba. Y según él, ese salto es fruto de un política continuada de apuesta por la modernización, la competitividad y las exportaciones, que son las que ahora están haciendo que España "lleve dos años en recuperación", pese a tener más paro que cuando aterrizaron él y Rajoy en Moncloa.

Ni revoluciones, ni Rato

Por no salirse del tono marcadamente electoral del foro profesional, Nadal apelaba a la continuidad en el voto de los españoles y advertía contra formaciones en auge como Podemos. "Nunca son saltos revolucionarios los que hacen que la economía mejore". Es mejor esperar un rato. Pero un rato con minúsculas, que Nadal ayer no estaba para hablar del arresto con mayúscula del milagro económico del PP, el que fuera su jefe en el Ministerio de Economía durante tres años, Rodrigo Rato, sobre el que no aceptó preguntas.

Nadal hacía su análisis "desde el zulo de Moncloa", al que que dice que le llegan solo datos positivos sobre España y su evolución. Quizá por eso de estar en un zulo en el que ve más números que personas, Nadal definía como "ganancia de competitividad" tanto los 3,5 millones de empleos con nombre y apellidos destruidos en recesión, como los millones de salarios recortados en esta depresión laboral que no cesa. El efecto positivo de esos sacrificios, añadía, es que las empresas están exportando más que nunca, acelerando así hacia el final de la crisis. Final al que "Balears está llegando más rápido", según Nadal, que acababa el mitin insistiendo en la idea central del día: "Apelo a la continuidad de esta política (la del PP). Ahí está la oferta electoral, juzguen lo que les conviene". Ovación hotelera.