El Plan Hidrológico de Balears (PHB) que ha elaborado la conselleria de Medio Ambiente que dirige Gabriel Company continúa cosechando importantes críticas desde las instituciones europeas, que deben velar por la adaptación de este instrumento a la Directiva Marco del Agua. En un nuevo informe remitido al Ministerio de Medio Ambiente, que a su vez ha sido enviado al Govern balear, la Comisión Europea insta a cambiar las normativas actuales en materia de aguas -es decir, el Plan Hidrológico balear- para dejar de autorizar pozos en acuíferos que se hallan en mal estado, al objeto de detener su progresiva degradación.

En concreto, el informe afirma que "deben tomarse medidas urgentes para recuperar los acuíferos de Balears". Y añade: "Es esencial modificar la legislación que permite que se concedan nuevas concesiones para la explotación de las aguas subterráneas en tanto que las masas de agua subterránea se encuentren en mal estado cuantitativo".

El Plan Hidrológico de Balears actualmente en vigor, aprobado en 2013 por el actual Govern del PP, prevé que se sigan autorizando pozos en esas masas de agua, y como norma general, ha acortado las distancias mínimas que deben guardarse entre pozo y pozo, además de haber suprimido numerosos controles y requisitos en aras de la "recuperación económica", según ha venido justificando el Govern.

Ahora, el Govern está preparando la adaptación del Plan Hidrológico para un nuevo periodo que irá desde 2015 hasta 2021, tal y como exige la UE. Las observaciones que se efectúan se refieren a esa nueva adaptación, que está terminando su fase de participación pública y apenas supone cambios relevantes respecto al plan de 2013.

La Comisión Europea se muestra especialmente interesada en el Plan Hidrológico de Balears -aunque analiza todos los de España hace una inusual cantidad de alusiones a las islas- y fija cuatro acciones concretas que deben acometerse antes de la aprobación del nuevo plan.

Una de las más importantes es que se contemple en el Plan Hidrológico "el uso del mecanismo de declaración de sobreexplotación en las masas de agua de mal estado". Se da la circunstancia de que para acuíferos manifiestamente salinizados en Eivissa, como los de sa Serra Grossa y Jesús, no se prevé su declaración como sobreexplotados, con las medidas de protección y recuperación que ello conllevaría. "En cualquier caso, se deben tomar medidas decididas para recuperar los acuíferos", añade la Comisión Europea, en alusión a la falta de acciones concretas para este fin en el plan de Company.

Otra de las acciones específicas reitera la necesidad de "cambiar la regulación que permite otorgar nuevas concesiones en masas de agua subterránea en mal estado cuantitativo, por lo menos hasta que todas las extracciones estén controladas y medidas, y esté disponible un conocimiento preciso de la situación de las masas de agua". Asimismo, se pide que "se restablezcan los programas regulares de seguimiento" de los acuíferos y "se lleve a cabo una actualización del análisis de presiones e impactos".