Diego Gómez-Reino, el nuevo presidente de la Audiencia de Balears, está a favor de que se limite el tiempo de instrucción de un caso, tal como se plantea en la reforma judicial. Y también apoya que se modifique el término "imputado" por "investigado", si bien recordó que la imputación no supone más allá de que un juez cita a declarar a una persona "para plantearle unas preguntas" sobre un determinado asunto, sin que ello suponga que le vaya a considerar después culpable.

En una entrevista en IB3 radio, el magistrado dijo, precisamente por la confusión que arrastra este término procesal, que considera que no es necesario que un político deba ser apartado de una lista electoral únicamente por estar imputado. Sin embargo, una vez que se alcanza otro escalón en el procedimiento judicial sí entiende que la situación cambia. El juez recordó que se han denunciado hechos que después se han resuelto con una sentencia absolutoria, pero que ello no supone que el comportamiento no pueda ser reprobable desde el prisma social.

La Justicia, la Cenicienta

En la entrevista, Gómez-Reino denunció la falta de medios que padece la administración de Justicia y el problema que supone que las causas tarden tanto tiempo en resolverse. "En España la Justicia ha sido como la Cenicienta. El poder político siempre la mira con desconfianza. Pero ha sido siempre así a lo largo de la historia. Es un problema genético". Por ello, el juez consideró lógico la mala imagen que rodea la administración judicial, "porque la Justicia es lenta".

El autor de las resoluciones judiciales que han motivado que la infanta Cristina pueda ser juzgada por el caso Nóos, reconoce que intervenir en este caso "le ha gustado", pero recuerda que las decisiones que se han adoptado "han sido colegiadas", es decir, las han tomado los tres magistrados del tribunal. También reconoce el presidente de la Audiencia de Balears que en España las querellas se aceptan a trámite con excesiva facilidad, aunque después se archiven por ausencia de delito. "Se aceptan porque vienen firmadas por un abogado, que es un experto legal. El juez, como tiene una confianza en el letrado, acepta a trámite la querella y cita a la persona implicada como imputado porque quiere hacerle unas preguntas sobre los hechos que se denuncian". Sin embargo, ante el abuso de la presentación de estas querellas, el magistrado recordó que en la Audiencia de Palma se ha optado "por retrasar la imputación" mientras el juez profundiza en la investigación de la denuncia. Uno de los principales retos que afronta como presidente de la Audiencia de Balears es organizar la infraestructura del juicio del llamado caso Nóos. Una vez más el juez señaló que la complejidad de este asunto no viene por el número de imputados y por los abogados que actuarán en la vista, sino por la trascendencia mediática que tendrá el juicio. Recordó que la Audiencia de Balears padece graves problemas de espacio, por lo que se estudiarán todas las alternativas posibles para que este juicio se celebre cuando antes. Una vez más recordó que el tribunal que juzgue este asunto debe "olvidarse" que entre los acusados se encuentra la hermana del Rey y lo que debe centrarse la atención de los jueces es los hechos que se planteen en el juicio. "Un juez no puede convertirse en el guerrero del antifaz. Sin embargo, los ciudadanos pueden estar tranquilos por la calidad que tienen los magistrados de la Audiencia de Balears".