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El análisis de los expertos

"¿Por qué el A320 no se desvió al Oeste?"

Rafael Teijo, experto en seguridad aérea del Sepla, analiza el comportamiento del Airbus siniestrado en los Alpes y apunta a una despresurización explosiva el motivo por el que el piloto del avión no cambió el rumbo

Efectivos de la Gendarmería francesa se suben a los helicópteros para el rescate de las víctimas del Airbus estrellado en los Alpes. efe

Una despresurización explosiva. Esta es la hipótesis que cobra más fuerza sobre la causa del accidente del Airbus 320 de la compañía Germanwings, que se cobró ayer 150 vidas en los Alpes. A la espera de que las cajas negras sean examinadas, un cúmulo de interrogantes rodea aún la actuación de los pilotos en los momentos previos a la catástrofe aérea.

"Los pilotos deberían haberse desviado al Oeste para evitar los Alpes y perder altura. ¿Por qué no lo hicieron y siguieron rectos? De momento no hay respuesta", indicó ayer Rafael Teijo, experto en seguridad aérea del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) residente en Llucmajor.

Si la hipótesis de una despresurización explosiva se confirma como la causa del accidente del Airbus 320, a los pilotos solo les quedaba la opción de perder altura rápidamente para poder respirar. Esta situación solo se logra al descender de los 10.000 pies.

"Hay protocolos para abordar una despresurización explosiva. El avión volaba en torno a los 38.000 pies y un descenso no se puede hacer en menos de cuatro minutos, a razón de 10.000 pies por minuto", explicó Teijo.

El descenso del Airbus 320 se prolongó durante unos ocho minutos, hasta una altura de 6.900 pies (1.800 metros). Un nivel muy bajo y especialmente peligroso al encarar los Alpes a los mandos de una aeronave.

Decisión en segundos

La despresurización explosiva es una de las situaciones más peligrosas a las que se puede enfrentar un piloto en un avión. La decisión de iniciar un acusado descenso se debe adoptar en cuestión de unos pocos segundos. De lo contrario, todos los pasajeros y la tripulación se encuentran en serio riesgo de desvanecerse y de sufrir, incluso, la muerte por asfixia antes de estrellarse la aeronave. De acuerdo con esta teoría, la tripulación del A320 pudo sufrir un desvanecimiento y, por este motivo, no desvió el rumbo.

"Mientras el piloto ha iniciado la maniobra de descenso hasta una zona con aire respirable, va realizando una serie de operaciones. Las mascarillas se suelen activar automáticamente. Si hay algún problema, se puede solventar desde la cabina", subrayó Rafael Teijo tras conocer los últimos detalles del siniestro.

"Los Alpes se sobrevuelan a diario en ambos sentidos sin mayores problemas. Con los dos motores en perfecto funcionamiento, el A320 puede volar en esa zona a unos 38.000 pies", abundó este piloto experimentado del Sepla. El vuelo GW9525 realizaba la ruta de Sur a Norte entre Barcelona y Düsseldorf y se desvió en Francia al llegar a esta cordillera.

Una de las contingencias más habituales que pueden surgir en esa zona es que uno de los motores del avión sufra una avería al afrontar los Alpes. "También hay un protocolo para esa situación. Si falla uno de los propulsores el A320 no puede volar por encima de los 25.000 pies. Tiene que descender y en se punto hay que evitar las montañas. Por este motivo, el piloto tiene que cambiar el rumbo hacia una zona más segura, donde pueda volar en esta cota más baja sin riesgo de colisionar.

Todos los pilotos que afrontan los Alpes mantienen una premisa de seguridad. "Hay que evitar caer en esa zona", subraya Rafael Teijo. Aparte del peligro que representa la proximidad de las montañas, en caso de sufrir un accidente, el rescate se antoja una labor harto complicada, por la dificultad de acceso de los servicios de salvamento.

La dirección general de Aviación Civil francesa informó inicialmente de que el comandante del Airbus 320 del vuelo GW9525 de Germanwings había emitido una señal de "mayday". Este mensaje indicaría que el avión tiene un problema muy grave y que la vida de los pasajeros se encuentra en serio peligro.

Sin embargo, la aeronave no había modificado el rumbo y se estrelló directamente contra las montañas después de un pronunciado descenso hasta los 6.800 pies. "La única explicación era que se hubiera producido un fallo de los mandos de vuelo. Y que un problema en el sistema hidráulico que los controla los hubiera bloqueado", indicó este experto en seguridad aérea del Sepla.

Posteriormente, la dirección de Aviación Civil de Francia desmintió su primera versión y aseguró que un controlador era el que había dado la alarma. El experto tomó esta decisión al observar cómo el A320 del vuelo GW9525 perdía altura peligrosamente.

Construido hace 25 años

El Airbus 320 siniestrado era uno de los aviones más antiguos de la flota de Germanwings. Había sido construido hace 25 años, en 1990. A partir de 1991 empezó a operar en Lufthansa, antes de ser traspasada a la aerolínea low cost de la compañía alemana.

No obstante, Rafael Teijo, un piloto con 15.000 horas de vuelo a sus espaldas y 8.000 de ellas en un Airbus 320, defendió la fiabilidad de este avión. "Es muy seguro y el mantenimiento es excepcionalmente bueno. Se hace semanal y mensualmente. Esto hace que la vida de estas aeronaves se pueda prolongar mucho tiempo", abundó este piloto.

Teijo también hizo especial hincapié en la importancia de la gran parada, que se efectúa cada varios años. En ella se desmonta por completo todo el avión. "Se comprueba cuál es el estado de cada pieza y, si alguna presenta cualquier tipo de anomalía, se sustituye de inmediato", resaltó.

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