­El president del Govern, José Ramón Bauzá, marcó ayer como retos la necesidad de "acabar de superar la crisis y un mayor esfuerzo en la regeneración" de la vida pública, al tratarse de los dos "presupuestos básicos sin los cuales resulta muy difícil" afrontar "la tarea de ganar el futuro". Bauzá realizó estas afirmaciones en su discurso por el Dia de les Illes Balears, en el que reiteró su convicción de que las islas están "saliendo de esta crisis" económica. El otro gran asunto que ocupó su discurso fue su apelación a la lucha contra la corrupción, aunque sin referirse concretamente al PP que él lidera.

De hecho, Bauzá se esforzó en utilizar expresiones a través de las cuales se dedujera que la corrupción es un problema de todos los partidos ("los comportamientos corruptos interpelan a todos los responsables públicos y por ello es necesario el compromiso de todos") y con un mensaje que transmitía que él está comprometido en contra de la corrupción.

Así, afirmó que a la crisis se ha añadido, como "gran preocupación" de los ciudadanos, "una honda desazón por los comportamientos públicos inadecuados". Añadió que "erradicar de la vida pública aquellos comportamientos que defraudan la confianza depositada por los ciudadanos exige una actitud de permanente alerta" y "la capacidad de mantener la mirada limpia" ya que "es imposible adoptar medidas de regeneración si no se entiende previamente la gravedad del mal causado y se infravaloran las consecuencias cuando afectan a los propios y se magnifican cuando afectan a los otros".

Para Bauzá, en Balears "no se trata ya de recuperar la democracia sino de entenderla bien, comprender sus exigencias y actuar en consecuencia". Añadió que los ciudadanos exigen "renovar" el sistema de partidos y "adoptar decisiones valientes que ofrezcan soluciones creíbles de regeneración". Por ello, "comprender la democracia requiere no ser temeroso del debate público, dar un paso adelante e investigar cuando los problemas exigen respuestas, iluminar las zonas de penumbras y ser honesto respondiendo a la exigencia ciudadana de ejemplaridad en el comportamiento de los gestores públicos"

Concluyó que "sólo los responsables públicos que no han perdido la ingenuidad en la mirada, que siguen conservando la capacidad de maravillarse, de sorprenderse ante situaciones injustas o ante la realidad imperfecta de nuestra sociedad conservan la capacidad necesaria para actuar y transformarla".

Junto a ello, lanzó unas palabras de crítica hacia los "representantes públicos" y su actuación ante la crisis económica. "Deberíamos haberlo hecho mejor", dijo el jefe del Ejecutivo quien realizó un reconocimiento a "una sociedad civil viva" que "pese a sentirse defraudada por la falta de reacción rápida de los poderes públicos, se esfuerza por mantener el entramado y la gran red de atención y solidaridad". En este sentido, resaltó que esta sociedad civil "se propuso y ha conseguido no dar pasos atrás en la defensa del progreso y bienestar que juntos hemos construido durante estos 36 años de democracia".

"Ahora estamos comenzando a salir de la crisis y lo estamos haciendo bien", sostuvo el president para quien "el reto" para los próximos años es "modernizar Balears", lo que implica "decisiones políticas claras". Entre ellas, resaltó la necesidad de "corregir nuestros desequilibrios", en especial "el endeudamiento público y una tasa de desempleo aun demasiado alta", además de "desarrollar políticas que permitan la generación de empleo" que se traduce en "políticas para la igualdad y la inclusión".

El jefe del Ejecutivo pronunció su discurso tras la entrega de los Premis Ramon Llull y la Medalla de Oro de la Comunitat, que este año se ha concedido al jurista e historiador Roman Piña. Al acto no asistió el Movimiento Pitiuso Pro Radioterapia en protesta por no contar aun con este servicio, una ausencia que Bauzá lamentó en su a la vez que les pidió "disculpas" por no "haber sabido ser mas diligentes y llegar en los plazos previstos" para implantarlo. "Entiendo su decepción, pero les aseguro que hubo y hay voluntad y habrá hechos incontestables", sostuvo el president quien aseguro que las Pitiüses y Menorca "tendrán gracias a este Govern un servicio tan justo como necesario".

Previamente el president había entregado la Medalla de Oro de la Comunidad a Roman Piña y los Premis Ramon Llull al galerista Pep Pinya, Pep Ferres (a título póstumo), ISBA, el empresario Alonso Marí Calbet, EAPN Xarxa per a la Inclusió Social, Societat Casino 17 de Gener, Plataforma de Afectados por el Deslinde de la Costa de Formentera, las asociaciones contra el cáncer, la Unidad de Coordinación de Trasplantes de Son Espases, el franciscano Antoni Riera y, con carácter excepcional y de concesión directa, al empresario Jaume Mascaró a título póstumo.

Román Piña agradeció la Medalla de Oro de la Comunidad y, tras repasar su trayectoria profesional pidió a los asistentes que quieran a Balears. "Amemos esta tierra, no nos sintamos desasidos ni encerrados en el habitual pragmatismo que nos ciega", resaltó. "No somos una gran nación, pero constituimos una sociedad vieja que está de vuelta de muchas cosas y que siglo tras siglos y año tras año sabe reinventarse", concluyó.

Pep Pinya agradeció los Premis Ramon Llull y realizó una defensa de la cultura como "elemento de cohesión" que "ha de estar protegida". En este sentido, reivindicó la bajada del IVA cultural y una Ley de Mecenazgo, aunque respecto a esta última Bauzá le recordó después que ya está en tramitación parlamentaria la aprobada por el Govern.