Las gotas de lluvia, pequeñas pero constantes, no faltaron a su cita ayer con la manifestación de estudiantes contra la reforma universitaria del ministro Wert. Hace apenas seis años que los alumnos de Secundaria y de la UIB salieron a la calle para rechazar la implantación del Plan Bolonia y ahora, ´sus hermanos pequeños´ toman el relevo generacional y protestan por la nueva reforma, que ven como "un nuevo intento de mercantilización de la universidad" al permitir acortar los grados a tres años y ampliar los másteres a dos (el modelo 3+2 frente al actual 4+1).

"Si no puedes hacer un máster porque cuestan una burrada tendrás una formación básica que no te permitirá entrar en el mercado laboral", argumentaba Aurora Alberto, portavoz en Secundaria del Sindicat d´Estudiants dels Països Catalans (SEPC), entidad convocante de la jornada de huelga junto a la la Assemblea d´Estudiants de la UIB. Prosiguió: "Además da poca importancia a las carreras de humanidades y quiere unas universidades verticalizadas y controladas por las empresas".

La jornada reivindicativa empezó pronto para el grupo que se habían quedado a dormir en el vestíbulo del edificio Jovellanos del campus. Pasaron por las clases y también hicieron piquetes informativos frente a las facultades y los accesos, generando entre las nueve y las diez unas retenciones en la carretera de Valldemossa que llegaban hasta Ocimax.

En Palma, los chavales hicieron piquetes en varios institutos como Josep Maria Llompart, Ramon Llull, Joan Alcover o Pius XII, para concentrarse en la ´plaza del tubo, punto de partida de la manifestación.

Según los datos de la asociación de directores ADESMA, en Mallorca el promedio de participación de los alumnos de tercero de ESO a segundo de Bachiller fue del 90%, aunque según Conselleira el seguimiento apenas rozó el 24%.

Antes de empezar a caminar, quince jóvenes de un grupo llamado Bloque Juvenil se enfrentaron a los convocantes, que intercambiaron gritos e insultos. La Policía Nacional intervino para que el conflicto no fuera a más y apartó y retuvo en el furgón a varios miembros de Bloque Juvenil: "Son unos fascistas y han venido a boicotear la protesta", consideró Alberto. Más adelante, un joven se acercó a los manifestantes y les hizo el saludo fascista y también fue apartado por los agentes.

La marcha llegó a congregar a unos 500 participantes y contó con el apoyo de todos los sindicatos de la enseñanza pública -asistieron representantes de CCOO y de UGT- y de la Assemblea de Docents. Acabó en la conselleria de Educación, donde se leyeron proclamas y manifiestos contra "la precarización de la enseñanza". El Partido Popular recibió bastante -"es del PP quien no bote", gritaban mientras saltaban- pero no olvidan que el Plan Bolonia, "que aún no ha sido evaluado", se instauró con un gobierno del PSOE: "No nos olvidamos ni de Bolonia, ni de la LOMCE, ni del TIL y seguiremos luchando por una educación pública, popular, de calidad, antipatriarcal y en catalán".