Rodrigo de Santos descubrió muy pronto que detrás de cada proyecto urbanístico se pagaba una comisión a los políticos, según lo que declaró ayer a Castro. Explicó que su primera experiencia la tuvo cuando apenas llevaba una semana al frente de Urbanismo de Cort. No identificó a la persona y ni siquiera recordó detalles de cómo era, pero explicó que un individuo, que se movía con cierta facilidad por las dependencias municipales, le quiso entregar un sobre. Suponía que el envoltorio contenía dinero en efectivo y que se trataba de un soborno. Sin embargo, aseguró que rechazó el ofrecimiento sin confirmar si trataba o no de dinero. Ante su reacción, esta persona le preguntó si podía indicarle la persona a quién podía entregar dicho sobre. Le respondió que lo hiciera "de puertas para fuera". Se trata, según el exconcejal, de una persona poco conocida que no ha aparecido en la prensa.

De Santos explicó al juez Castro y al fiscal Horrach que fue Matas quien le propuso para ocupar el cargo de concejal de Urbanismo. "Me dijo que me nombraba porque quería acabar con la corrupción urbanística en Palma". Sin embargo, con el paso del tiempo, la impresión actual que tiene de su nombramiento es que el president del Govern lo que pretendía era "controlar la corrupción urbanística".

En su larga declaración, acusó al expresident del Govern, no solo de tomar las decisiones sobre Son Espases, sino también de implicarse en el proyecto para construir el Palacio de Congresos. Confirmó que Matas le había ordenado que reformara el proyecto de la fachada marítima que planeó Fageda. Cuando ya había acatado las órdenes, Matas le respondió que todo lo hecho ya no servía. Y le ordenó que hablara con Bartomeu Reus, entonces presidente de Gesa y con el representante de la aseguradora Mapfre, propietaria de uno de los solares de primera línea, para ubicar allí el proyecto del Palacio de Congresos. De Santos cumplió estas órdenes, pero la conversación que tuvo con ambos no fue del agrado de Matas. "Me llamó el president y me dijo: ¿Cómo le has hecho esto a mi amigo Reus?". Le contestó que había hecho lo que él le había indicado. Ante su respuesta, le ordenó de nuevo que mantuviera la actual ubicación y que no se construyera el proyecto donde se ubica el edificio de Gesa. También desveló que Matas intentó influir en las empresas que se interesaron por este proyecto. Hubo dos UTES. La primera la constituyeron las empresas Dragados e Iberostar. La otra la crearon la constructora Acciona y el Grupo Barceló. El exconcejal dijo que Jaume Matas había hablado con los responsables de todas estas grandes empresas y les propuso que se refundaran en una única UTE para realizar el proyecto. Dragados no aceptó la propuesta del president, pero sí lo hizo Iberostar, aunque después decidió retirarse de este proyecto.

Ante la revelaciones de ayer de Rodrigo de Santos, el president del Govern, José Ramon Bauzá, afirmó: "Si estas manifestaciones son verdad me causan una absoluta repugnancia". Y solicitó que se deje actuar a la justicia. Por su parte, la portavoz adjunta del PP Marga Prohens, declaró que si lo que contaba De Santos era cierto "estamos escandalizados de cómo parece que se hacían antes las cosas. Nos parece una auténtica vergüenza". Aunque matizó que las acusaciones están por demostrar, Por su parte, la portavoz adjunta de Més, Fina Santiago, aseguró que "estamos ante un caso claro de mafia estructurada y corrupción generalizada", dijo al respecto de las comisiones del tres por ciento.