A los médicos del servicio de Urgencias de Son Espases se les empieza a agotar la paciencia. Ayer comenzaron su turno laboral, a las ocho de la mañana, con cincuenta pacientes en el servicio aguardando cama. "Si tenemos suerte y el día se presenta tranquilo, podremos ir drenando poco a poco este volumen de pacientes. Pero si no...", dejaba en suspense la solución a esta caótica situación uno de los facultativos que denunció que esta forma de trabajar está provocando una situación de "inseguridad" en los pacientes que no pueden ser atendidos adecuadamente.

"Ayer (por el lunes) los defensores del Pueblo de varias comunidades publicaron un informe en el que denunciaban la situación de sus Urgencias hospitalarias. Pues bien, aquí estamos igual", denunció el facultativo.

El citado informe expuso textualmente que "las repetidas situaciones de saturación de los servicios de Urgencias dan lugar a un menoscabo de la dignidad de los pacientes en ellos atendidos y pueden vulnerar el derecho a la intimidad y la confidencialidad de sus datos de salud".

Más adelante el estudio de los defensores subraya que "la experiencia de los profesionales y los actuales métodos de gestión permiten prever el nivel de demanda asistencial a lo largo de todo el año, incluidos los periodos estivales o vacacionales. La disponibilidad de recursos, camas hospitalarias y personal deben ajustarse a esas previsiones. Las decisiones a este respecto deben contar con la participación de los responsables de los servicios de Urgencias".

Pues bien, el facultativo denunciante corroboró que en las Urgencias de Son Espases "hay un enfermo encima de otro, instalados en camillas. Si uno vomita, el de al lado se entera de todo. Y lo más grave es que empezamos el servicio ya saturados y con poco personal porque faltan enfermeras, auxiliares y médicos".

Este profesional también denunció que la mayoría de los pacientes que están atendiendo estos días son ancianos con varias patologías y problemas respiratorios, "enfermos que tendrían que ser atendidos en un centro sociosanitario. Creo que hoy han trasladado a dos al Joan March, pero es insuficiente. Tanto este hospital como el General y el Sant Joan de Déu están saturados. Y la solución a medio plazo pasa por convertir el viejo Son Dureta en una residencia para este tipo de pacientes que, como comprobamos cada invierno, colapsan las urgencias hospitalarias", apuntó recriminando al mismo tiempo la falta de previsión de los gestores sanitarios.

Desde el sindicato UGT se corroboró la saturación de los recursos sociosanitarios aunque su responsable Aurora López apuntó que el Hospital General ha habilitado ocho camas más y que para atenderlas ha contratado a una enfermera y a un auxiliar más por turno hasta el próximo mes de marzo. No obstante, lamentaron la falta de previsión de la Administración para hacer frente a los picos asistenciales de cada año.