­"El mercado inmobiliario de Balears es uno de los más restrictivos del país. Con el salario medio de una persona joven sería inviable la compra o el alquiler de vivienda en la comunidad. Tan solo sería asequible el alquiler de vivienda para los hogares jóvenes con un mayor poder adquisitivo". Esta afirmación la realiza el Consejo de la Juventud de España en su último informe sobre la emancipación, en el que denuncia el desequilibrio existente entre los bajos sueldos que se perciben en las islas y el elevado coste que supone el acceso a un inmueble en el archipiélago.

En este sentido, en este informe se destaca un dato que refuerza la afirmación anterior: Balears es la primera comunidad autónoma en la que el precio de la vivienda libre comenzó a crecer tras los descensos de los primeros ejercicios de la crisis, lo que ha agravado el problema de acceso a un inmueble.

Eso supone que si hace un año desde el Consejo de la Juventud se afirmaba que un joven menor de 30 años de Balears se veía obligado a destinar el 75% de su salario al pago de una hipoteca para la adquisición de una vivienda (se destaca que esta carga no debería superar el 30% para ser viable), en estos momentos ese porcentaje se ha situado ya en el 84%, algo que se reconoce como "inviable económicamente".

El problema, según se subraya, es que el alquiler tampoco es factible, dado que el porcentaje de un salario que se debería destinar para cubrir este gasto sería de una media del 59,7%. "Por lo tanto, la independencia domiciliaria es improbable para la mayoría de las personas jóvenes de Balears que pretendan asumirla en solitario", según se subraya.

Este diferencial entre los salarios medios de los jóvenes y el precio de la vivienda es especialmente alto, además de en Balears, en el País Vasco y en Madrid. En España solo hay seis comunidades en los que un joven puede plantearse la adquisición de un piso sin caer necesariamente en un sobreendeudamiento, según se afirma en este estudio: Asturias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Navarra y La Rioja.

Pero al mismo tiempo, este organismo pone de relieve que Balears es la zona de España con la tasa más alta de jóvenes emancipados: un 30,8% de los residentes en las islas de 16 a 29 años vive ya fuera del domicilio paterno, porcentaje que lidera la situación en el país. Como referencia, señalar que la tasa media nacional es de poco más de un 22%. En el caso de los que tienen de 30 a 34 años, esta tasa de emancipación se eleva hasta el 78,6%, la cuarta más alta de España, donde la media es de un 74,4%.

La explicación de que ambos hechos puedan convivir es simple: los jóvenes consiguen salir del hogar familiar accediendo a una vivienda compartida. Eso explica que aunque las islas tengan la tasa de emancipación juvenil más alta del país, el porcentaje de los que viven solos sea mínimo.

Un dato a tener en cuenta es que las mujeres de las islas son notablemente más independientes que los varones. En el caso de ellas, la tasa de emancipación entre los 16 y los 29 años alcanza el 36,7%, mientras que ellos solo llegan a un 24,9%

Más jóvenes con salario

Además, los jóvenes de las islas cuentan con una ventaja: se consigue un empleo con menor dificultad que en otras zonas del país, lo que facilita el sumar sueldos para poder acceder a una vivienda compartida. Según el estudio, el 54,3% de los jóvenes isleños de 16 a 29 años carece de un salario, pero este porcentaje es 10 puntos inferior al de la media española, lo que refleja esa mayor facilidad para encontrar trabajo.

Pese a ello, en este informe no se oculta que se ha registrado un retroceso. El número de personas emancipadas de 16 a 29 años de Balears se ha reducido un 1,6% interanual (la población de esa edad también ha descendido en las islas), porcentaje que se dispara hasta el 7,9% en el caso de los que tienen entre 30 y 34 años.

¿Por qué baja tanto la tasa de emancipación en este segundo tramo de edad? La explicación que da el Consejo de la Juventud de España destaca que las condiciones laborales entre las personas de 30 a 34 años de las islas se ha deteriorado considerablemente, lo que no ha sucedido entre los más jóvenes.

Igualmente, se pone de relieve que aunque en el archipiélago la tasa de jóvenes con un sueldo es superior a la media estatal, estos salarios son un 5% inferiores a la media del resto del país, un factor que explica la necesidad de compartir piso para poder salir del hogar familiar.