Una de las condiciones más importantes que puso el PSM para reconducir su situación con Esquerra era que el líder republicano Joan Lladó fuera apartado de la dirección. Sin embargo, Lladó impuso su poder en la asamblea de ayer celebrada en Inca y su sector de afines le ratificó al frente del partido. Obtuvo un 71% de los respaldos frente al 25% de votos que pedía su relevo.

Desde el PSM consideran inviable poder mantener a Esquerra en la coalición con la presencia de Joan Lladó. El presidente de ERC es ahora el principal obstáculo para un acuerdo con los nacionalistas.

El líder republicano pronunció ayer un discurso de casi una hora y media. Militantes se quejaron del poco tiempo que les quedó para intervenir. En su alocución, Lladó realizó un minucioso repaso de los agravios que ha cometido el PSM hacia su persona y hacia su partido.

Los 150 militantes del partido independentista que participaron en el encuentro celebrado ayer en Inca votaron la cuestión de confianza a propuesta de Lladó que fue respaldada por un 71% de los asistentes. Los críticos presentaron otra resolución que solo consiguió el apoyo del 25% y consistía en pedir disculpas, apartar a Lladó de la dirección para no obstaculizar la permanencia de Esquerra dentro de Més y acatar la validez del proceso de primarias de la coalición.

En la asamblea de ERC celebrada ayer estaba presente un enviado de la dirección de Esquerra Republicana de Barcelona para observar su desarrollo.