Pau Collado, hijo de Óscar Collado (el exgerente de la Empresa Funeraria Municipal de Palma encarcelado por corrupción), trató de minimizar en 2009 su papel en la trama Gürtel: "Salvo a un par de personas, una secretaria y un comercial y poco más, no conozco a ninguno de los otros (imputados)".

Sin embargo, cerca de un centenar de pinchazos telefónicos incriminan al mallorquín, que mantuvo numerosas conversaciones con los cabecillas de la red Francisco Correa y Pablo Crespo.

Un informe de la Brigada de Blanqueo de Capitales de la Policía define a Collado como "captador de contratos públicos" para la organización empresarial de Correa.

La Policía apunta a que Collado daba instrucciones de cómo confeccionar los servicios para la Empresa Municipal de Suelo y Vivienda de Boadilla (Madrid), con hoja de costes "sin presupuesto y sin importe", para conseguir la firma del también imputado Alfonso Bosch y negociar la inclusión de un precio superior al real. En una conversación telefónica intervenida, Collado se mostró nervioso ante la posibilidad de que saltara un escándalo, que acabase con su brillante trayectoria empresarial y política. Collado hablaba con una empleada de Easy Concept, a la que expresa su preocupación por el futuro de esa empresa. "En el momento que salte el escándalo de éstos muchas puertas que tengo abiertas las voy a tener cerradas".