Unas 400 menores de 14 años nacidas en Mallorca se encuentran en estos momentos en riesgo de sufrir la mutilación genital durante las visitas que cursan a sus familiares en sus países de origen del África subsahariana donde estas bárbaras prácticas forman parte de una tradición que se pierde en la noche de los tiempos y que persigue eliminar el placer sexual en las mujeres por razones culturales, religiosas o cualquiera otra no médica.
Este alarmante hecho se ha puesto de manifiesto tras un estudio llevado a cabo por la organización Metges del Món con el objetivo de prevenir y evitar estas prácticas estableciendo para ello un protocolo de actuación similar al que ya aplican otras comunidades autónomas como Aragón, Navarra y Cataluña y está en estudio en otras dos regiones más, la comunidad madrileña y el País Vasco.
La impulsora de este estudio, Marián García, vocal de género y derechos humanos de Metges del Món, trabaja asimismo como comadrona en un centro de salud de Palma y tiene entre sus pacientes a mujeres subsaharianas "cortadas" cuyas hijas corren hoy el mismo peligro que sus madres de terminar con sus órganos genitales salvajemente mutilados.
"Nos decidimos a hacer este estudio porque esta comunidad no tiene establecido ningún protocolo de actuación para evitar estos hechos pese a que cuenta con una importante comunidad de inmigrantes subsaharianos. La ablación femenina se da sobre todo en países como Nigeria, Senegal, Malí, Guinea Conakry, Somalia, Sierra Leona y, dentro de los países norteafricanos, está restringida a Egipto, pero la población egipcia en esta comunidad es testimonial", justifica los motivos del estudio Marián García, que quiere asimismo agradecer la colaboración recibida por Atención Primaria, gerencia del Servei de Salut que les ha facilitado datos y la ayuda de un psicólogo.
"Y del diagnóstico al que nos ha permitido llegar este estudio -que será presentado oficialmente hoy a las seis de la tarde en el Colegio de Enfermería- se desprende la necesidad de elaborar un protocolo en esta comunidad para abordar esta problemática porque hemos detectado que al menos hay 400 menores de 14 años en Mallorca en riesgo de sufrir mutilaciones genitales porque sus padres pertenecen a alguna de las etnias en las que esta es una tradición muy arraigada", sostiene la integrante de Metges del Món, que en cierta manera disculpa la sumisión de estas mujeres a la hora de someterse a estas ablaciones genitales: "Para muchas de ellas resulta impensable no someterse a estas mutilaciones, sería una falta de respeto hacia sus antepasados".
Marián García recalca que no existe ningún registro de niñas que, viviendo aquí, hayan sufrido mutilación genital, de la misma manera que duda de que estas ablaciones se hayan hecho en alguna ocasión en territorio insular. "Dudo que aquí se haya hecho alguna. En Barcelona o en alguna otra gran ciudad con una numerosa población inmigrante, puede ser. Pero aquí lo descarto por una falta de demanda y por los peligros que entrañan realizar estas mutilaciones para unas personas que, en muchas ocasiones, se encuentran en situación irregular. Tienen muchos factores en contra y para ellas es más importante poder permanecer en el país antes que ser expulsadas por realizar estas mutilaciones que, no lo olvidemos, aquí son ilegales", argumenta la vocal de esta organización.
La activista revela que, originalmente, las mutilaciones se realizaban al llegar la adolescente a la pubertad, pero no descarta que en el caso de las niñas de Mallorca, al aprovechar sus familiares sus viajes de visita a sus países de origen, esta bárbara práctica se haya adelantado en el tiempo. "Las suelen hacer las madrinas o las abuelas, todo queda en el entorno familiar", añade.
Por todas las cuestiones expuestas, la responsable de Metges del Món emplaza a las autoridades de las islas a elaborar un protocolo de actuación ante estos casos para que pediatras, enfermeras de esta especialidad y comadronas sepan cómo actuar sanitaria y legalmente ante estos episodios. Mientras tanto, ella, ante un caso de una mujer mutilada que está embarazada de una niña, ya ha avisado y puesto en alerta al pediatra.
