La Infanta está acusada de colaborar con su marido Iñaki Urdangarin en defraudar con la declaración de la renta de 2007 de éste 182.005,27 euros a Hacienda y 155.138,48 euros, en la del año 2008, lo que da un total de poco más de 337.000 euros defraudados.

La Audiencia de Palma mantuvo en su auto del pasado 7 que la duquesa de Palma tenía que haber sopesado los pros y contras que conllevaba usar su empresa familiar Aizoon como tapadera para camuflar rentas personales ganadas por su marido y como medio de financiar múltiples gastos particulares de la familia, entre ellos la reforma de su palacete de Pedralbes.

Aizoon, "apenas celebraba juntas, el personal que tenía no era apto para tareas de consultoría y en él se incluía el servicio doméstico de los duques de Palma; y "funcionaba como caja única, ya que no repartía dividendos y sus ingresos se empleaban en gastos familiares que realizaba el matrimonio", sostuvo la Audiencia.