Corría el mes de octubre del año pasado cuando este diario reveló en exclusiva que el Servei de Salut estaba ultimando la firma de un convenio singular con el hospital Sant Joan de Déu. El acuerdo contemplaba la derivación de los pacientes mayores de 14 años de los centros de salud de es Rafal, Trencadors, Coll d´en Rabassa y Can Pastilla -una población estimada en unas 64.000 personas- al hospital privado sin ánimo de lucro para su atención traumatológica y de rehabilitación.

Esta revelación despertó muchos resquemores, sobre todo entre el colectivo médico de los centros de salud que se verían afectados por estas derivaciones. Pero los que más beligerantes se mostraron fueron los facultativos del Coll d´en Rabassa.

Y lo demostraron con una dura misiva remitida al conseller de Salud, Martí Sansaloni, al director general del Servei de Salut, Miquel Tomàs, al por entonces gerente de Atención Primaria, Federico Sbert, y a diferentes cargos directivos y clínicos del hospital de Son Llàtzer (gerente y responsables del área del Aparato Locomotor y del servicio de rehabilitación) así como a los coordinadores de todos los centros de salud de Mallorca.

En la carta, tras considerar que los problemas traumatológicos de los pacientes de su zona de salud estaban cubiertos por los servicios de traumatología y rehabilitacióin de Son Llàtzer, así como por dos especialistas de estos departamentos desplazados regularmente a su centro de salud y a la unidad básica de salud del Molinar, opinaban que el convenio de derivación que se estaba negociando con el hospital privado sin ánimo de lucro implicaba "una clara descapitalización de los servicios sanitarios públicos para fomentar la medicina privada".

Aquí cabe incidir en que en la citada negociación del acuerdo, que finalmente se desestimó por las fuertes críticas recibidas, se contemplaba un pago capitativo anual de 65 euros por cada paciente que asumiera el hospital.

Pero estos hechos no justifican la dureza empleada y las graves acusaciones contenidas en un párrafo de la carta del que ahora, un año después, y ante el recurso de los médicos ofendidos a la comisión deontológica del Colegio de Médicos, los autores del mismo se han visto obligados a retractarse con la misiva que reproducimos a la derecha.

En el citado párrafo se afirmaba que derivar a los pacientes al Sant Joan de Déu suponía una "clara disminución de la calidad asistencial", baja calidad que aseguraban haber constatado en "múltiples ocasiones", como demostraba, recalcaban, "la habitual omisión de los informes clínicos de seguimiento y de alta, la baja calidad de la prescripción, la frecuente repetición de exploraciones complementarias, las dudosas indicaciones de implantación de prótesis..."

Ante estas duras acusaciones, el servicio de traumatología del Sant Joan de Déu, por decisión unánime de los 7 especialistas que lo componen, decidió recurrir a la comisión deontológica del Colegio de Médicos en busca de una rectificación que obtuvieron el pasado día 12 con otra carta en la que los facultativos ofensores se mostraron más conciliadores: "Lamentamos estos comentarios, poco pertinentes, y les solicitamos disculpas".