"Si quieres sacar un negocio adelante tienes que arriesgar, ponerle cariño y colocar la calidad y la satisfacción del cliente ante todo". José Ignacio Márquez es perfecto ejemplo de la nueva hornada de emprendedores que ha devuelto la ilusión a la economía mallorquina. En su discurso hay más valores que números, y quizá por ello le dan los números: abrieron las puertas de Virgen Extra hace mes y medio, y hoy ya están ampliando plantilla para atender a una clientela cautivada por la apuesta combinada de calidad, tradición, modernidad y comida saludable. "No nos ponemos etiquetas. Proponemos recetas tradicionales, como las de mi madre, y otras innovadoras. Tenemos comida vegana pero también hay foie y carne, siempre buscando producto de temporada. La idea es que todo tipo de personas puedan venir juntas y encontrar lo que quieren, con un menú que además de sabores tiene en cuenta las necesidades nutricionales del cliente", resume José Ignacio Márquez, que ya prepara otra rama de negocio: un servicio que le permita aprovechar sus conocimientos de nutrición y dietética para, con el apoyo de un entrenador personal, enseñar a los clientes a fomentar sus hábitos saludables, incluso acompañándoles a la hora de comprar y cocinar. "Queremos ofrecer lo clásico bien hecho, y además aportar algo más al cliente", abunda el dueño de Virgen Extra, que recalca que en Mallorca "se ha abusado mucho en hostelería" en años de abundancia, por lo que cree clave devolver el protagonismo a quienes nunca debieron perderlo: los clientes.