Primero fue el presidente de la patronal española. Después lo repitieron destacados dirigentes de empresas del Íbex 35. Más tarde, ya en Mallorca, los hoteleros se unieron al coro con la misma idea. Y ayer la repetía en Palma el consejero delegado del Banco Popular, Francisco Gómez, que, como antes otros, ve un presente de mejoría económica que se mantendrá en el futuro próximo, salvo que se paren las reformas emprendidas y se devuelva a España a la inestabilidad. El mensaje, que parece hecho a la medida del miedo empresarial a nuevos partidos políticos como Podemos, encuentra asidero en los datos recientes de la economía española, desgranados ayer por el propio Gómez: "La economía española ha mejorado claramente en el último año, y creemos que tenemos expectativas positivas para 2015, aunque también consideramos preciso seguir con el esfuerzo que estamos realizando. Debemos seguir observando muy atentamente lo que está pasando. Con los últimos datos de PIB las perspectivas para 2015 o 2016 son de las mejores dentro de la UE, y eso es un cambio importante. Hay que ser muy prudentes, pero optimistas, es el momento de que los empresarios empiecen a asumir nuevos riesgos, más inversión", abundaba el consejero del Popular, que destacaba el papel como dinamizador de pequeñas y medianas empresas de su entidad, la líder en concesión de créditos ICO y uno de los referentes en la financiación de pymes (tienen un 12% del mercado en ese segmento).

Para el consejero delegado del Popular, ayer presente en la Jornada de Estudio para Emrpesarios organizada por el centre Ariany en el colegio Llaüt, Balears y su economía muestran "una evolución favorable en los últimos dos años". Según él, las amenazas para la recuperación económica, más allá de factores geopolíticos poco predecibles, es que se deshaga lo hecho en años de ajustes económicos y reformas fiscales y laborales: "La economía europea está en un momento de cierto estancamiento y hay que insistir en reformas y no abandonarlas. La economía necesita estabilidad, absoluta estabilidad", recalcaba.

Nuevo orden mundial

Y justo eso, estabilidad, es lo que espera el economista Javier Díez-Giménez: "La coyuntura española está estable y no espero que en 2015 haya grandes acontecimientos. Con año electoral no va a haber reformas. La economía está encarrilada hacia un crecimiento del 1-2%. No creo que haya sorpresas. Me parecen más interesantes ahora otras cuestiones. China ya ha adelanto a EEUU como la primera economía del planeta. Los países desarrollados crecemos menos que los emergentes y dentro de los aventajados Euopa es el más rezagado, el que crece más despacio. Es interesante ver por primera vez un país africano entre las 20 mayores economías del mundo", reflexionaba el profesor del IESE.

Analizaba además los factores de incertidumbre. Uno de los principales, dijo, es Europa. Y el futuro de Grecia a partir de febrero: "Grecia ha vuelto a crecer, por primera vez desde 2008, y el Gobierno puede pagar sin incurrir en déficit todo menos los intereses de su deuda. Es decir, Europa tiene que hacer algo para ayudarles a financiarse. En febrero vamos a ver qué va a pasar con Syriza, que es la versión griega de Podemos, y vamos a poder ver qué pasa. Con ese nuevo equilibrio de fuerzas la negociación será más dura, y siempre está la amenaza de que se puedan ir", decía Díez-Giménez, que como hace un año y hace dos, sigue sin descartar la ruptura del euro.