UGT-Balears se va a ver obligada a reducir sus gastos más de un 40% para poder superar su actual crisis financiera. Y eso supone un recorte de sus nóminas por la vía del ajuste y de convertir a algunos de sus trabajadores en fijos discontinuos.

La caída de los ingresos que ha sufrido el sindicato, a lo que se suma el dinero perdido en una fallida promoción de viviendas, está obligando a la gestora que ahora dirige la UGT isleña a tomar algunas medidas drásticas. Para empezar, del sindicato han salido ya siete trabajadores por la vía de las bajas incentivadas, y desde la dirección de esta organización no se oculta que se hace necesario la marcha de dos o tres más, preferentemente también de forma voluntaria para evitar tener que recurrir a los despidos. Hay que recordar que la UGT ha registrado retrasos de dos meses en el abono de las nóminas a su plantilla.

Pero a esta reducción se suma también un plan para que tres o cuatro empleados más pierdan su categoría de personal fijo para pasar a la de fijo discontinuo. Eso supone un durísimo ajuste si se tiene en cuenta que la UGT balear contaba con una plantilla de cerca de 30 asalariados, al margen de sus sectoriales. Esta pérdida de personal va a hacer necesario que los altos cargos del sindicato aumenten sus cargas de trabajo, según se reconoce.

Pero a estos ajustes se sumarán otros para rebajar la estructura de la UGT, con la fusión de algunas de sus sectoriales de menor tamaño, con el objetivo de optimizar los recursos de que se dispone.

Todos estos temas van a ser tratados durante la próxima semana en una reunión de la cúpula del sindicato en las islas, en la que se abordará también la puesta en marcha de un proceso congresual para la elección de un nuevo secretario general, que sustituya a Manuel Pelarda después de que éste presentara la dimisión hace algunos meses alegando problemas de salud cuando apenas levaba un año en el cargo.

La caótica situación financiera que vive la UGT balear hizo que nadie quisiera asumir a principios del mes pasado la secretaria general vacante, dejando el sindicato en manos de una gestora que lidera el secretario de Organización estatal, José Javier Cubillo, lo que ha supuesto dejar las decisiones a tomar en manos de la dirección nacional.

Otro tema pendiente de resolución es el de la fallida promoción de 60 viviendas protegidas en Palma, que actualmente se encuentra en concurso de acreedores. En este proyecto han quedado 'enterrados' alrededor de dos millones de euros, parte de ellos de la UGT estatal. Desde el sindicato no se oculta que de haber podido disponer de ese dinero en estos momentos los ajustes para afrontar los problemas financieros hubieran sino notablemente más bajos. En cualquier caso, también se analiza la posibilidad de renegociar los pagos hipotecarios con la entidad bancaria con la que se suscribieron los créditos.