La coalición Més per Mallorca se debate sobre qué hacer ahora con el líder de Esquerra (ERC), Joan Lladó, que ha caldeado los ánimos y generado un profundo rechazo con su actitud y sus declaraciones "incendiarias" antes, durante y después de las primarias de este sábado, que han servido para elegir a los candidatos de 2015. La reacción del político independentista cuestionando la limpieza del proceso tras haber quedado fuera de los puestos de salida de la candidatura autonómica ha sido la gota que ha colmado el vaso entre sus muchos detractores en Més. Hay un clamor unánime en que "el individualismo" de Lladó "desestabiliza" al sólido tándem formado por el PSM e IniciativaVerds, y obliga a adoptar medidas tajantes.

El coordinador general de Més, Biel Barceló, se mostró ayer indignado con las acusaciones de pucherazo de Lladó: "De ninguna de las maneras se puede decir que no ha sido limpio, todo ha sido escrupuloso", afirmó, y le recriminó en público que ponga en solfa los resultados solo porque "seguramente algún candidato de Esquerra ha quedado más atrás de lo que se esperaba" en la lista, en clara alusión a Lladó. Barceló subrayó que "es lo que ha votado la gente", recalcando además que con "total libertad e inteligencia". La previsión de Lladó era ir en el puesto número 3 o en el 5 en la candidatura del Parlament, pero ha quedado relegado al 11.

"Insostenible" que siga

El malestar entre las bases y los dirigentes ha aumentado a unos niveles que al menos ayer hacían "insostenible" la continuidad de Lladó en el proyecto econacionalista, coincidían en señalar destacados miembros. El PSM celebró una ejecutiva para analizar las primarias, donde muchos asistentes cargaron contra Lladó y expresaron sin rodeos la necesidad de expulsarle de Més. La escena del sábado en el centro de votaciones de Flassaders, en Palma, con docenas de inmigrantes marroquíes y senegaleses acudiendo ´teledirigidos´ a votar a ERC provocó mucha indignación entre militantes y cargos de Més, que señalan al líder de Esquerra como el responsable.

Este partido también se reunió por la noche, para estudiar qué hacer a partir de ahora, y si impugna las primarias tras sus denuncias de irregularidades en los medios. Biel Barceló aseguró que se abrirá una investigación interna "solo si hay alguna denuncia". No se descarta incluso que en ERC se abra una pugna por romper con Més y presentarse solos a las elecciones.

Las posturas en Més no son uniformes, ya que mientras en IniciativaVerds son mayormente partidarios de romper cuanto antes con Lladó, para evitar nuevos conflictos, entre sus socios del PSM hay un importante sector que pide dejar pasar unos días y no tomar decisiones en caliente. Estos pesemeros alegan que en muchos pueblos como Pollença, Manacor, Felanitx o Binissalem la gente de Esquerra trabaja codo con codo con Més, y lamentarían ahora su marcha. Opinan por tanto que debe ser la propia Esquerra la que reaccione y vea que la continuidad de su actual presidente en Mallorca es "inviable" para el funcionamiento conjunto de Més, señalan varias fuentes del PSM a este diario.

En la dirección de ERC en Barcelona están al corriente de lo ocurrido con Lladó en las primarias, y especialmente del episodio de los inmigrantes, aunque todavía es pronto para saber si se adoptará alguna medida contra su representante en la isla.

La propia dirección de Més, encarnada por los diputados Biel Barceló y Fina Santiago, cuidaron de diferenciar ayer en rueda de prensa entre la gente de Esquerra, con la que mayormente querrían seguir sumando, y la figura de Lladó, sobre la que se focaliza el problema. Barceló afirmó que "las listas que han salido de estas primarias son muy plurales, con gente del PSM, de IniciativaVerds, de independientes... y también de Esquerra", recordando que "dentro de los diez, doce primeros puestos" hay gente que milita en la misma formación que Lladó.

El líder de Més recalcó que la coalición "desde el primer día" tiene como meta "superar las siglas y las cuotas de partido", algo que "hay gente a la que le ha costado entender", volvió a referirse veladamente al dirigente de Esquerra. "Quizás algunos se esperaban salir en otro sitio", insistió Barceló, y finalmente optó por "hablar claro" y nombrar a "Joan Lladó", al que también recriminó que hubiera manifestado en los días previos que sin su presencia no se garantizaba el carácter independentista en Més: "No puedo aceptar esto, que Joan Lladó plantee ´o yo estoy, o no hay discurso soberanista en Més´. En absoluto acepto que la bandera del soberanismo la represente solo un determinado partido; en Més somos muchos los que lo defendemos", aseveró. Barceló enfatizó que lo que ocurre es que la situación del independentismo en Mallorca y Balears "es muy diferente" de la de Cataluña, y que en consecuencia "queda mucho camino y muchos debates" en las islas antes que plantear procesos como el 9N catalán.

Con la tensión en alza, esta tarde Més reúne a su ejecutiva, de la que también forma parte Lladó, y que será clave para el desenlace de este sonoro desencuentro. El presidente de ERC no contestó ayer a las repetidas llamadas de este diario para conocer su versión.