Balears fue en 2012 la primera comunidad española que avizoró la salida de la crisis y será en 2015 una de las que más sufran. La razón es la misma: Europa. O más bien, la estrecha ligazón entre el ciclo económico balear y el europeo, fenómeno que en los últimos años han documentado para este diario economistas como Riera, Manera, Spadaro, Capó, Martorell o Casasnovas. A ello apuntan también las previsiones económicas para el año que viene, que contradicen una frase pronunciada el pasado lunes por el president Bauzá ante el Colegio de Economistas: "Balears lidera la salida de la crisis". La contradicción es tal que empieza con los cálculos del equipo económico del Govern del PP: según las estimaciones que refleja la conselleria de Hacienda en los presupuestos para el año 2015, las islas crecerán un 1,9%, cifra considerable tras siete años de caída, estancamiento o avance mínimo, pero menor que la que prevén 15 de las 17 comunidades españolas (tienen los cálculos de todas recogidos en la primera columna de la tabla que acompaña estas líneas).

Si la estimación se cumple, Balears, lejos de liderar, crecerá por debajo de la media. A lo mismo apunta el servicio de estudios del BBVA, que rebaja las previsiones de mejora balear (medidas en crecimiento del Producto Interior Bruto, PIB) a un 1,7% de avance, menos del 2% que tanto el Gobierno central como el banco citado vaticinan para el conjunto de España. Y menos que 16 de las 17 comunidades españolas. De hecho, salvo Asturias, todas mostrarán un mayor dinamismo económico que las islas Balears, con ejemplos destacados como el de Madrid (2,5% de crecimiento, cerca de niveles precrisis).

El resultado es que en economías como la madrileña hablan de crear 90.000 empleos en el 2015, por los 76.000 a los que aspira la comunidad valenciana, aunque conviene recordar que son cálculos que ambos gobiernos autonómicos hacen a pocos meses de las elecciones de mayo. Balears es más comedida en sus estimaciones, y aún así las ve rebajadas por analistas independientes como los del citado BBVA. ¿Por qué? En su último informe de situación, la entidad financiera analiza precisamente el efecto del enfriamiento económico europeo en las distintas autonomías. Con Alemania y Austria estancadas en el crecimiento cero, Francia destruyendo empleo e Italia renqueando, la zona euro vive al borde de la recesión (0,1% de crecimiento el último trimestre). Solo el Reino Unido muestra cierto vigor, sobre todo en su consumo interno. En esa tesitura, BBVA dibuja varios escenarios, que contemplan dos opciones hoy por hoy muy posibles: una depreciación del 10% en el valor del euro frente al dólar, y una caída de un punto porcentual en las previsiones de crecimiento europeas. Ambos supuestos son ya una realidad. Por partes.

La depreciación del euro ayudará a España a mejorar sus ventas al exterior, algo que beneficiará a Valencia, Galicia o Cataluña, pero no a Balears, la tercera comunidad que menos ganará en ese escenario (por detrás, solo Asturias y Extremadura). Y el segundo factor, el estancamiento europeo, pinta peor para las islas: según BBVA, cada reducción de un punto porcentual en las previsiones de crecimiento europeas supondrá un retroceso de la economía balear del 1%, que destaca nuevamente entre las más castigadas, precisamente por su dependencia de mercados turísticos como el alemán.

Razones para el optimismo

¿Es para tanto? Pues no. Pese a que la desconfianza en Alemania crece día a día, la realidad es que el viernes la Oficina Federal alemana de Estadística (Destatis) explicaba que el enfriamiento alemán solo se ve aminorado por un consumo fuerte. Y eso es bueno para Mallorca y España, explican agencias de análisis e inversión como Alpha y Renta 4. Al fin y al cabo, es precisamente consumo lo que vende Balears a Centroeuropa. Y por ahí los datos son buenos. Por eso, pese a la gripe económica europea, y pese a que Balears crecerá menos que la mayoría de autonomía, las islas verán avanzar su economía en 2015 a un ritmo mayor que en 2014 (1,7 frente a 1,6%).