Todos los grandes delincuentes intentan blanquear los millonarios beneficios que obtienen a través de dificultosas operaciones financieras, en las que siempre se utilizan las entidades bancarias.

Estos grupos disponen de grandes especialistas en estas operaciones de blanqueo, lo que ha obligado a los países de la Unión Europea a encabezar una lucha en común para evitar estas operaciones. El Parlamento Europeo ha dictado varias normas, de obligado cumplimiento en todos los países, que exigen a los bancos o entidades financieras que informen a las autoridades cada vez que detectan un movimiento sospechoso, para evitar que se blanquee dinero o se pueda financiar operaciones terroristas.

Se trata de una actuación preventiva que obliga a todas las entidades a implicarse en esta lucha, con la que se intenta evitar que estos grupos de delincuentes se aprovechen del sistema económico para financiar operaciones opacas. No se trata solo de captar defraudaciones tributarias, sino sobre todo que se detecten capitales que en ocasiones han financiado actos terroristas. La prevención económica es uno de los grandes pilares en la lucha contra estos grupos y los expertos coinciden en que uno de los principales objetivos es asfixiarlos económicamente. Por ello, es fundamental que los bancos y las entidades financieras detecten e informen a las autoridades cada vez que detectan un movimiento económico poco claro.

A partir de ese momento se pone en marcha un mecanismo de investigación, que ha de ser discreto, para averiguar el origen y el destino del dinero. Así se han abortado decenas de operaciones y se ha detectado el origen de la financiación de muchos grupos de delincuentes.