"Los niños decían que les estaban regando". Con estas palabras, el director del colegio Mestre Colom de Bunyola, Joan Amengual Dols, denuncia resignado el incumplimiento del compromiso por parte del Govern de fumigar tan cerca de un centro escolar.

Mientras los alumnos disfrutaban de su habitual recreo notaron como les caía líquido por encima. El director del centro explica que "los maestros que se encontraban en ese momento de guardia en el patio se dieron cuenta de que algo extraño había descendido del aire, pero hasta el día siguiente no supieron que se trataba de la desinfección de pinares".

Dols se queja de que nadie les avisó de que iban a fumigar ese día, durante esa hora y en las condiciones meteorológicas en las que se encontraban. "Ocurrió el día que hizo más viento del mes de octubre, y en principio está prohibido fumigar en jornadas como esa. Si nos hubieran avisado no habríamos dejado que los niños salieran al patio", protesta.

Sin embargo, desde la conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio sostienen que "es rotundamente falso que se haya tratado encima de colegios, como se ha denunciado en algún caso". También añaden que "el tratamiento se ha realizado mediante avionetas y helicópteros, que han volado a primeras horas de la mañana principalmente, y en algunas ocasiones a última hora de la tarde, cuando se han dado las condiciones meteorológicas que exige el tratamiento".

Consecuencias

La gran alarma social en Bunyola vino dada por los posibles efectos que pudo traer este insecticida. "Al día siguiente hubo diez niños enfermos que no vinieron al colegio", explica el director.

Ante lo ocurrido, Amengual quiere dejar claro que "lo único que hemos podido hacer es enviar una queja al Ayuntamiento, ya que ningún padre ha puesto ninguna denuncia ni ha dicho que [la enfermedad de los alumnos] haya sido provocado por el insecticida que han lanzado al fumigar los pinos".