La comisión de primarias de Més estuvo contando votos toda la noche del sábado y no concluyó hasta pasadas las 8 de la mañana de ayer domingo, sin interrupción para dormir. El complejo sistema de ponderación elegido para clasificar a los candidatios, llamado "Borda", retrasó el recuento y no ha estado exento de críticas por parte de miembros de la coalición.

Las urnas se cerraron a las 20 horas de ayer y hasta 12 horas más tarde no se pudo finalizar el recuento. "Ha sido complicado, pero hay que tener en cuenta que es la primera vez que se ponen en práctica unas primarias que permiten elegir a todos y cada uno de los integrantes de las candidaturas más importantes por parte de los afiliados y simpatizantes", se justificaron desde Més.

La realidad es que la movilización que consiguió la coalición el pasado sábado fue importante, y por primera vez en Balears un candidato a la presidencia del Govern, como será el caso de Biel Barceló, tendrá que asumir una candidatura con las personas elegidas por su militancia. Lo mismo le ocurrirá a Miquel Ensenyat en el Consell y a Antoni Noguera en la candidatura al ayuntamiento de Palma.

El sistema "Borda", en alusión al matemático francés del mismo nombre, tiene el objetivo de elegir a los candidatos "por orden de méritos". Según la metodología aplicada por Més, los candidatos son ordenados según las preferencias de cada elector. En el recuento, a cada posición de la ordenación le es atribuida una puntuación: 1 punto para el último clasificado, 2 puntos para el penúltimo, 3 para el antepenúltimo, y así hasta los 9 que se debían asignar. Este sistema lleva en consideración no solo la primera opción de cada elector, sino también las otras, de modo que no siempre el candidato colocado más veces en primer lugar es el vencedor. Además de todo ello, en el caso de Més se añadía la dificultad de que se debía elegir de forma paritaria, lo que complicó todavía más la designación de candidatos.

La tardanza en el recuento tuvo críticas por parte de miembros de la coalición que eran partidarios de buscar un sistema mucho más sencillo, como por ejemplo marcar con cruces a los candidatos. Asimismo, en Esquerra critican la falta de interventores y controles en el recuento. Desde la formación que ha salido más perjudicada en estas primarias se quejan de que el voto telemático "no estaba controlado". Un total de 1.297 personas estaban inscritas para votar por internet. Al final fueron 875 los que utilizaron la red para participar en las primarias.

Una batalla sin cuartel

El complicado sistema de ponderación ha sido uno de los principales desencadenantes de la batalla sin cuartel que han librado los socios de la coalición para posicionar a sus candidatos. Esquerra, con Joan Lladó a la cabeza, fue el primero que empezó a arengar a sus bases y simpatizantes y no dudó en poner toda la carne en el asador con la inscripción de senegaleses y marroquíes en el censo. El PSM-Iniciativa Verds-Entesa, cuando advirtió las maniobras de Lladó, engrasó su maquinaria: "Existía un serio peligro de que con la puntuación del sistema Borda nos quedáramos relegados", reconoció un destacado pesemero. El sábado, la imagen era la de los senegaleses votando en el Centre Flassaders de Palma a una coalición nacionalista e independentista. A los históricos del PSM no les gustó nada. "Se está poniendo en una muy mala situación la imagen del proceso", reconocieron.

No obstante, no solo Esquerra buscó las artimañas para escalar posiciones en la batalla de las primarias. Sus socios, que no amigos, del PSM no se quedaron de brazos cruzados. Para evitar que el sistema matemático les jugara una mala pasada apostaron por sugerir el voto a una serie de candidatos con el objetivo de que los suyos alcanzaran la mejor puntuación.