­Inversiones empresariales valoradas en millones de euros se están viendo bloqueadas debido a la lentitud con que las diferentes Administraciones públicas tramitan estos proyectos, una situación que desde alguna patronal se califica de especialmente "lamentable" en un momento en que la prioridad debería ser reactivar la actividad económica y el empleo. Los últimos en sumarse a esta crítica han sido los clubes náuticos por boca del gerente de la asociación balear que los agrupa, Rafael Palmer, que denuncia el grave problema que supone el que se esté tardando más tiempo en obtener los permisos para ejecutar una reforma que en realizar las obras.

A esta tesis se suma inmediatamente el presidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Aurelio Vázquez, que recuerda que estos retrasos suponen un perjuicio económico para las empresas, por lo que reclama una reforma de la Ley de Función Pública y que las Administraciones se vean obligadas a cumplir con unos plazos estrictos en la tramitación de proyectos y a asumir una "responsabilidad" si los incumplen fijando compensaciones para los perjudicados.

El gerente de la Asociación de Clubes Náuticos de Balears señala que en estos momentos ya hay proyectos para la reforma y ampliación de estas instalaciones que se están viendo paralizados debido a los problemas para conseguir las autorizaciones necesarias. Pero además recuerda que hace pocas semanas se aprobó una nueva legislación que permite a los puertos deportivos dependientes del Estado (en Mallorca están los de Palma y Alcúdia) ampliar el plazo de concesión de estas instalaciones si realizan inversiones. Según Rafael Palmer, eso está haciendo que ya se estén preparando proyectos de mejora de estas instalaciones en las islas que van a suponer un paquete inversor que se moverá entre los 200 y los 300 millones de euros. En concreto, recuerda que hay proyectos previstos en el Club de Mar, el Molinar, Alcudiamar o el Club Náutico de Palma, por citar algunos ejemplos de Mallorca. Y para ilustrar el problema de los retrasos, se señala sistemáticamente los registrados en el Club Náutico de s´Arenal. Está entrada de nuevas iniciativas va a agravar el actual "cuello de botella" que se padece, frenando aún más la ejecución de unas reformas que se consideran fundamentales para que el sector náutico de Balears gane en competitividad, según advierte Palmer.

En estos momentos, las demoras más importantes que afectan a la mayor parte de los clubes náuticos se deben a la lentitud que se registra en la Administración autonómica, y aunque se cita como ejemplo el caso de la conselleria de Turismo, se destaca que el problema más grave se da cuando se hace necesario pasar por la Comisión Balear de Medio Ambiente.

La reforma legislativa que se ha realizado para impulsar las inversiones en los puertos es calificada como "muy positiva" por parte de los responsables de estas instalaciones, pero se teme que se registre el mismo problema que también padecen los hoteleros: la nueva ley balear de turismo facilita las reformas de las instalaciones de alojamiento, pero la burocracia está frenando la ejecución de algunas de estas iniciativas, cuyo valor global se ha cifrado por parte de la patronal hotelera en unos 500 millones de euros a lo largo de los próximos meses.

Fiscalidad excesiva

El gerente de la asociación de clubes náuticos de las islas señala otro problema que está afectando al sector, como es el de la fiscalidad. Un aspecto fijado en la legislación es que el canon que los puertos deportivos tienen que abonar se estima en relación al valor de sus instalaciones. Si se hacen obras de reforma, se eleva esa valoración y, consecuentemente, se produce un aumento en el importe a abonar, una situación que califica de absurda.

Palmer pone un ejemplo: los clubes náuticos más grandes están pagando por el citado canon entre 150.000 y 300.000 euros anuales, aunque hay algún caso en el que se llega al millón de euros. El problema es que si éste aumenta, solo se deja la opción de subir las tarifas que se cobran a los usuarios de los amarres en las marinas o, por lo que a los clubes náuticos se refiere, rebajar costes, como el dinero que se destina a actividades deportivas en sus instalaciones, que se pueden mover en muchos casos entre los 200.000 y los 400.000 euros al año, y que han dado como resultado el que una regatista mallorquina, Aina Colom, que navegaba por el Club Náutico de s´Arenal, haya ganado el campeonato del mundo de Optimist que se celebró hace pocos días en aguas argentinas.

El secretario de la asociación de instalaciones náutico deportivas de las islas (Anade), Patrick Reynés, no oculta el riesgo a las demoras en la tramitación de los proyectos, pero destaca sobre todo el que se vayan a poder ejecutar mejoras en los puertos a cambio de prórrogas en la concesión de los mismos, lo que valora como algo especialmente positivo.

Por su parte, el presidente de la patronal hotelera de Mallorca se suma a las voces que lamentan los retrasos que están padeciendo algunos proyectos para la modernización de estos establecimientos, que en su caso nacen de los ayuntamientos, y advierte de la necesidad de aplicar reformas en la ley de función pública. Aurelio Vázquez recuerda que estas demoras suponen un perjuicio económico para las empresas, que en su opinión debería ser compensado. Así, recuerda que si un constructor termina con retraso unas obras, es penalizado económicamente por el hotelero, y si éste se demora en la apertura, recibe también una penalización económica por parte del tour operador.

Por ello, esgrime que los plazos para la tramitación de un proyecto deberían acortarse y fijar unos límites claros, a partir de los cuales las propias Administraciones se vieran obligadas a responsabilizarse de ese "lucro cesante" que se genera a la empresa y compensarla proporcionalmente. Para Vázquez, estas demoras resultan especialmente graves en un momento en el que se intenta salir de una crisis económica e impulsar el empleo.