¿Qué balance hace de la labor de la Inspección de Trabajo durante este verano en las islas?

Desde la UPIT venimos denunciando el desplazamiento de la economía irregular hacia los excesos de jornada y la utilización en fraude de ley de los contratos a tiempo parcial. En Balears hemos visto un incremento de la utilización de ese tipo de contratos en fraude, fruto de la reforma de 2012 que abrió la mano a la realización de horas extraordinarias en ese modelo de contratación, que hasta ese momento no se utilizaba de una forma tan abusiva. En plena temporada alta, y con jornadas de apertura de los negocios iguales a las de años anteriores, no entendemos ese crecimiento.

¿Eso favorece las horas extraordinarias irregulares?

Diario de Mallorca publicó recientemente un estudio hecho por profesores de la Universitat balear sobre el fuerte volumen de horas ilegales que se realizan. Los inspectores podemos contrastar en la práctica que sus conclusiones son ciertas. Es más, en algún punto pueden pecar de haber sido cautelosos a la hora de cuantificarlas (El citado estudio hablaba de medio millón de horas extras ilegales en las islas durante el verano).

¿Cómo se combate un fenómeno que en muchas ocasiones es aceptado por el trabajador para elevar sus ingresos durante la temporada turística?

Antes de la crisis sí podiamos hablar de horas extras que se pagaban. Por ejemplo, en construcción se trabajaban muchas más horas de las pactadas pero se abonaban. Para los inspectores era muy difícil su detección y conseguir que se cotizasen. Pero ha habido un momento en que las horas extras han pasado a hacerse de forma sistemática y sin remunerar. El empleado tiene que estar cada vez más horas en su puesto de trabajo y por el mismo dinero que percibía anteriormente. Muchas veces eso no se hace de forma voluntaria, sino bajo la amenaza de que si no lo hace él, lo hará otro trabajador. La exprotación laboral proviene del que contrata y no del asalariado, que es el que la sufre.

¿Se está implantando en muchas empresas una mentalidad de 'tarifa plana', consistente en que el asalariado tiene que hacer jornadas superiores siempre por el mismo salario?

No se puede generalizar entre todos los empresarios. Los hay cumplidores, que además este tipo de competencia les afecta mucho, por ser desleal y generar un dumping muy grande. Pero sí es cierto que algunos aplican esa fórmula de 'tarifa plana'. Al trabajador le dicen que si lo quiere bien, y si no se cogerá a otro que lo haga. El problema es que también se ha reformado el subsidio por desempleo, lo que ha provocado que durante los meses de temporada alta haya trabajadores que cobran salarios de pobreza y después unos subsidios que ahora también son mínimos.

El Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) ha elaborado un informe que exige una lucha más intensa contra la economía sumergida, pero con planteamientos criticados por la UPIT.

La CEC ha hecho un estudio en el que afirma que a nivel estatal hay más de 300.000 desempleados y más de 200.000 extranjeros trabajando en la economía sumergida. Lo que está detrás es una criminalización del parado y del extranjero. En un momento en el que la crisis y los recortes en las prestaciones son brutales, solo nos faltaba que ahora satanicemos al que necesita un salario de supervivencia. Puede haber incumplimientos, y puede que estas personas tengan responsabilidades administrativas por las que se les quitará el subsidio. Pero la responsabilidad de dar de alta al trabajador es del empresario, y en el instante en que ese trámite se cumple se deja de cobrar del paro. Es imposible que el desempleado actúe irregularmente si no hay primero un empresario defraudador, que además se aprovecha del estado de necesidad de los trabajadores. Y el principal problema de Balears no es el de las personas que cobran del paro y trabajan. En 2013 detectamos solo 239 infracciones de extranjeros, o 600 de percertores del desempleo, dentro de los miles de controles que desarrollamos. Es mucho más grave el exceso de horas extraordinarias irregulares.

¿Estamos en un contexto de explotación laboral por el miedo al paro de los trabajadores?

Realmente sí. La crisis y la reforma laboral están impulsando la explotación de los trabajadores. La gente está asustada incluso para formular las denuncias. Toda crisis económica lleva un proceso de empeoramiento de las condiciones laborales, que debe de corregirse con elementos como la Inspección de Trabajo. Pero la reforma laboral ha permitido la utilización abusiva de determinadas fórmulas contractuales y está facilitando esa explotación.

¿Hoy en día sirve para algo un convenio colectivo?

La Inspección de Trabajo también debe luchar contra los incumplimientos de los convenios. En Balears tenemos dos fundamentales, como son el de hostelería y el del transporte discrecional, que se han conseguido con el acuerdo de las dos partes, y deberíamos proteger su cumplimiento. Pero la reforma laboral favorece los convenios de empresa, con unas condiciones más bajas, y eso genera competencia desleal

¿Hemos olvidado la conciliación familiar y laboral?

Lo que está claro es que es necesaria, porque a quien afecta fundamentalmente es al trabajo femenino. Estábamos progresando hacia una mejor integración de la mujer y lo estamos perdiendo. Eso de no saber cuántas horas se harán o a qué hora se podrá salir afecta a esa conciliación y nos genera un problema de natalidad.

La defensa de los trabajadores ha quedado en manos de unos sindicatos desprestigiados.

Estamos viendo una persecución de sindicalistas, a los que también se criminaliza. Por eso desde la UPIT hemos dado nuestro apoyo expreso a la secretaria general de CCOO, Katiana Vicens, que no entendemos como en el siglo XXI puede ser procesada. Los sindicatos tienen una importancia fundamental y están en la Constitución.