La Iglesia de Mallorca gastó durante el pasado año 11,5 millones de euros, de los que 4,8 millones correspondieron a la Administración diocesana y 6,7 millones a las parroquias, según los datos facilitados ayer por el Obispado.

De los 4,8 millones asignados a la Diócesis, 1,7 millones fueron destinados a las parroquias y al Forec (fundación para el sostenimiento de los sacerdotes). Los gastos afrontados incluyen además partidas de 735.708 euros para funcionamiento, de 734.139 para personal, de 482.809 para el pago de intereses y de 323.804 para amortizaciones de préstamos, entre otras.

Este gasto global de 4,8 millones de euros de la Administración diocesana supone un ligero incremento respecto al alcanzado en 2012, de 4,5 millones, pero queda lejos de los 5,7 millones de euros registrados en 2011.

Respecto a las Administraciones parroquiales, los desembolsos ordinarios alcanzaron un valor de 3,3 millones de euros, la cifra más baja de los últimos ejercicios, mientras que en el capítulo de obras figura un gasto de 3,4 millones de euros, una cifra muy superior a la de 2012, que fue de 1,8 millones, pero que se mueve en niveles similares a los de 2010 y 2011.

Un aspecto a destacar es el recorte que se ha registrado en el endeudamiento de las parroquias, que ha bajado de los 9,6 millones de euros de 2012 a los 7,5 millones del pasado año.

Capítulo de ingresos

Respecto a los ingresos, en el caso de la Diócesis alcanzaron un valor de 4,5 millones de euros, de los que 2,8 millones llegaron por la vía de las asignaciones de los contribuyentes a través del Impuesto sobre la Renta, mientras que 937.401 euros procedieron de subvenciones y donaciones, siendo éstas las partidas más importantes.

Estos 4,5 millones de euros en ingresos mantienen la tendencia a la baja que se inició en 2012, después de que 2011 se cerrara con 5,4 millones.

En cuando a las Administraciones parroquiales, aparecen unas entradas ordinarias de 4,1 millones de euros, y de dos millones en las cuentas de obras.