El empleo crece más en Balears que en otras zonas del país, pero también lo hacen las desigualdades, y dejan a las islas con un riesgo de pobreza y exclusión superior al del resto del Estado. Esta mayor tasa de pobreza explica que los hogares de las islas hayan tenido que hacer un mayor ajuste en su gasto durante la crisis, con una reducción del 13,5%, frente al 10,3% estatal. Los residentes en el archipiélago han reducido un 10,1% los desembolsos en alimentos y bebidas no alcohólicas, mientras que la media española ha sido del 4,9%. Solo dos capítulos aumentan: los gastos relacionados con la vivienda (un 18,7% en las islas y un 19% en España), y los de la enseñanza, con un 17,9% en Balears y un 30,3% en el conjunto del país.