Las dosis antigripales adquiridas para esta campaña no disponen de los mecanismos de bioseguridad que evitan que los profesionales sanitarios que las manejen se pinchen con ellas, tal y como obliga una orden promulgada en 2008 por el exconseller de Salud Vicenç Thomàs. Ante un aumento de los accidentes laborales por esta causa -14 el año pasado-, el sindicato de enfermería (SATSE) denunció este hecho ante inspección de Trabajo, que presentó un requerimiento a Salud.

El secretario general del SATSE en Balears, Jorge Tera, señaló que desde el IB-Salut se les ha explicado que el motivo de que estas vacunas no dispongan de este mecanismo de seguridad obedece a que ahora la compra se hace centralizadamente desde Madrid y que solo hay un laboratorio que oferte los antídotos con este dispositivo, lo que hace imposible incluir esta condición en el concurso sin levantar sospechas de que la adjudicación estaba previamente "dirigida". Mientras tanto, Balears incumple su propia normativa laboral.