Es posible que el PP pierda la mayoría absoluta en mayo, pero no debería ponerlo tan fácil. El día de las elecciones municipales y autonómicas, ¿se recordará con más fuerza el discurso regurgitado ayer por Bauzá, o la retirada de Isern de la política? Con la lógica excepción de IB3, que a mediodía bruñó sus siglas de Información Basura al Cubo con la prodigiosa manipulación, por fortuna sin espectadores, de la despedida del alcalde de Palma.

Isern contraprogramó el casposo discurso presidencial con el anuncio de que se queda otros nueve meses en Cort. El alcalde devolvía por primera vez las coces que Bauzá le ha prodigado a lo largo de la legislatura. Desde la misma elección de la fecha de su abandono diferido, replicaba a las horas de improperios recibidos de labios del farmacéutico que lo situó al frente de la candidatura palmesana. Cuatro años después, el edil se había convertido en la mayor baza electoral del PP, desatando los celos enfermizos del president acomplejado.

Isern ofrece imagen sin gestión. Bauzá carece de ambas, aunque probablemente le adornan virtudes castrenses que justifican el ascenso a cabo primero durante su brillante carrera militar. En lugar de enfurecerse junto a su orfeón de renqueantes aplaudidores parlamentarios, el president debería agradecer al alcalde que la rueda de prensa haya eclipsado su misérrimo balance sobre el estado de la Comunidad.

Sin el alarde de Isern, la actualidad mallorquina se remitiría hoy a una papilla discursiva de Bauzá que constituye una dieta desaconsejable para los lectores. Así lo han entendido los mismos consumidores. En la edición digital de este diario, la rueda de prensa del alcalde cuadruplicaba las visitas de la perorata presidencial. El abismo no se corregía con el manoseado señuelo de la rebaja fiscal en año electoral. Según los cálculos optimistas del Govern, supone diez euros mensuales por mallorquín. En realidad, ni siquiera compensa la subida de la luz, por no hablar de la renuncia de una de las comunidades más endeudadas de España a un quince por ciento de la masa de IRPF que anticipa el Estado.

Isern ha protagonizado el mayor desafío interno de la historia del PP balear, otro síntoma de la debilidad de Bauzá. El tedioso balance contable del president esquivó el TIL desmantelado por el Tribunal Superior en once pronunciamientos. Sin embargo, no desaprovechó la oportunidad para aporrear al catalán. Su reivindicación educativa olvida que acaba de desalojar a golpes a la consellera de este departamento, por no hablar del secretario autonómico de la disciplina. La UIB pública tampoco existe en un discurso que desmenuza gastos de 500 mil euros, un 0,0001 por ciento del presupuesto autonómico. El solipsismo presidencial alargó su perorata durante dos horas. Bauzá detallaba las cifras al euro, 243.987.568, un rasgo revelador de su nula elocuencia.

También resultan esclarecedoras las continuas equivocaciones de Bauzá en la lectura. En sus labios, "cirugía" es "girucía", "competición" es "compiteción" y las "bases imponibles" se transforman en "bases imposibles", aunque en este último ejemplo siempre puede alegar que no sabe de qué está hablando. Nadie escucharía su pedagogía barata, con perlas como "el cambio es ley de vida", si no fuera president. Es la persona insoportable que obliga a cruzar la acera para no cruzarse con ella y evitar que endilgue a su interlocutor una sarta de obviedades. De nuevo, a diferencia del cálido Isern.

Bauzá se jactó en el Parlament de la Ley de Capitalidad, que usa para "decapital" a Isern. Su discurso pueril ni siquiera merece el esfuerzo de sus adversarios de otros partidos en la cámara. Máxime cuando Francina Armengol acaba de ser desplazada por Isern como líder de la oposición. Y sobre todo porque el último debate parlamentario sin Podemos transcurrió a la sombra de esta fuerza emergente, la única que encuentra su tam-tam en los tímpanos de la ciudadanía. Además de Isern, claro.

En su deliciosa combinación de ignorancia y arrogancia, Bauzá ha ascendido a Isern a la categoría de héroe urbano. La política rebosa de enconos irremediables que beneficiaban a ambos rivales. En lugar de rentabilizar los votos que le ofrece el tirón del alcalde de Palma, el president prefiere obedecer a su rencor atávico de orden psicofísico. Peor todavía, se encomienda al rancio imputado Rodríguez, que Pedro Picapiedra consideraría anticuado.

El reto de la rueda de prensa convocada por Isern obligaba a Bauzá a pronunciar su mejor discurso en el Parlament. Abortó la maniobra desde el primer minuto, al enarbolar una "transparencia" que jamás ha ejercido. Es el único presidente autonómico español que miente incluso sobre su lugar de vacaciones. De hecho, ayer parecía un mallorquín que se hubiera pasado el último año en Escocia.

Mientras Isern volvía a seducir a los periodistas, Bauzá parecía el Matas noqueado en vísperas de emigrar a Estados Unidos. O de nuevo a Escocia, en su caso. O a Suiza, otro de sus intereses viajeros de la legislatura. Biel Barceló fue incluso más claro que el alcalde de Palma, al abrir su intervención con un definitivo "usted habrá sido el peor president de la historia de Balears. Y eso que hay uno que está en prisión". El problema para Bauzá es que numerosos votantes y cargos del PP comparten este veredicto sancionador.

Un programa doble radiografió la situación real del partido capitaneado por Bauzá, con un cisma radical en la circunscripción que aporta la mitad del censo. Isern ha sido absurdamente sacrificado por inaugurar un nuevo estilo que, sin demasiada sustancia, por lo menos clausuraba las bacanales de arròs brut del cañellismo. Enfrente, el president piensa que le odian. También aquí yerra, solo suscita una educada indiferencia. Y si quiere saber por qué, basta que repase con cierta aplicación su narcoléptica monserga de ayer. El texto ha sido escrito por el peor autor de discursos de la historia de Balears. Y eso que hay uno que está en prisión.

Isern habla en castellano, desde la inevitabilidad de su rango palmesano. Bauzá se expresa en catalán con el desdén de quien preferiría ser president de La Rioja, donde también hay farmacias que le reportarían un millón anual de su gobierno, por no hablar de vinotecas mejor justificadas que en Mallorca. Dadas las circunstancias, es jugoso que recurra al símil de la "parada cardiorrespiratoria", que obliga a recordar que todavía no ha confirmado si tiene permiso para presentarse a la reelección. Enfrente, Isern recupera la libertad de quien se ha divorciado de una pareja enojosa y gritona. Conserva su residencia en Cort, y está disponible para nuevas experiencias. Available, diría un trilingüe por citar una estirpe ausente del Govern.